Aragonesa de Servicios Sociosanitarios, así se llama la empresa puesta en marcha por dos jóvenes estudiantes aragoneses que ha resultado ganadora del premio de la segunda edición del Proyecto de Empresa que patrocina la Cámara de Comercio e Industria de Zaragoza y la Facultad de Ciencias Económicas. Los impulsores de la iniciativa --Adrián Ibáñez Laborda, de 25 años y estudiante de Administración y Dirección de Empresas y Jesús Juan Usón Ballester, de 28 y estudiante de Ingeniería Técnica Agrícola-- recogieron ayer, de manos del decano de la Facultad de Económicas, Marcos Sanso, el galardón y el importe que le acompaña, 3.000 euros.

"El papel casi todo lo aguanta, esperemos que la realidad lo confirme", aseguró ayer Usón durante la presentación de su propuesta. Y es que estos dos jóvenes no han realizado un proyecto de empresa como un trabajo virtual, sino con la idea de ponerlo en práctica. Y ya tienen algunas cosas bastante claras. Aragonesa de Servicios Sociosanitarios pretende poner en marcha una residencia en la localidad de Perdiguera con una capacidad de entre 75 y 100 plazas, buscando un centro donde la calidad en la atención a los usuarios sea la nota distintiva, con amplios espacios verdes y profesionales en psicogeriatría.

Los promotores analizan los antecedentes del sector y ofrecen su propia alternativa: "Hasta 1997, la mayoría de residencias en Aragón procedían de negocios familiares. Después, las grandes inmobiliarias que entraron en el negocio hicieron hoteles de cuatro estrellas para los abuelos, pero en los que no se ve un metro cuadrado de zona verde. Como no es esa la calidad de vida que queremos para nuestros mayores --y en Aragón la tasa de envejecimiento es del 23%--, planteamos nuestro proyecto".

Son partidarios de que los mayores "mientras se pueda deben estar en su domicilio" y recibir posteriormente una atención social y sanitaria, cuando llega el deterioro.

La sociedad ya está en marcha. Además de los dos promotores se han integrado en ella Miguel Almuzara, un empresario de Barbastro y los hermanos Bernal de Zaragoza, dedicados a la construcción. Todos tienen menos de 30 años.

Las previsiones apuntan a que la obra se inicie en un año y que la residencia pueda estar operativa en el 2005. La inversión necesaria está cuantificada en unos 36.000 euros por plaza (seis millones de pesetas) y el precio estimado para los usuarios rondaría los 1.200 euros.

Tres son los pilares en los que pretenden que se base su oferta: Atención sanitaria y animación sociocultural; instalaciones de obra nueva adaptadas a las necesidades de los usuarios, con amplias zonas verdes que den calidad de vida y una atención profesionalizada de personal motivado e implicado con el proyecto. "Estos trabajos necesitan de personal con mucha vocación".

En el mismo acto se presentó la edición de cuatro documentos de trabajo realizados por profesores de la facultad que pretenden difundir los estudios de los principales departamentos que la integran.