Empresarium, el parque empresarial que promueve la compañía Terinza26 en La Cartuja ha vendido ya más de 100.000 metros cuadrados de parcelas y espera alcanzar los 200.000 metros a lo largo del presente ejercicio, según explicó ayer el delegado de la firma en Zaragoza, Carlos Pérez Aramendía, minutos antes de presentar en la Cámara de Comercio de la capital aragonesa las características del proyecto ante un centenar de empresarios interesados por la oferta de suelo industrial de todos los sectores. El parque supone una inversión que se acerca a los 50 millones de euros (8.000 millones de pesetas) y ocupa una extensión de 350 hectáreas de las que 160 se destinarán a parcelas industriales.

Una vez superados los trámites urbanísticos de parcelación ante el Ayuntamiento de Zaragoza, en estos momentos ya se están realizando los movimientos de tierras y los primeros viales y canalizaciones y las previsiones apuntan a que se puedan entregar las parcelas en enero del 2004. La totalidad de los viales y servicios que configuran el parque empresarial tardará todavía un año más en estar dispuestos, según las mismas fuentes.

PERFIL INDUSTRIAL El perfil de los clientes que ya han confirmado la adquisición de terrenos en Empresarium responde al de la pequeña y mediana empresa, con la compra de parcelas entre 4.000 y 10.000 metros cuadrados. "Nuestro objetivo comercial es el de la pyme", señaló Pérez Aramendía, quien reconoció que en los alrededores de Zaragoza puede dar la impresión que en estos momentos hay exceso de oferta de terrenos industriales. "Pero es que se está descubriendo Zaragoza como un referente en su posición logística, incluso para empresas extranjeras que están mostrando su interés por localizarse aquí".

ALICIENTE "El desdoblamiento de la N-234, que ya se está viendo a la altura de La Cartuja, es un aliciente añadido para captar clientes, ya que cuando se convierta en autovía el polígono estará a seis kilómetros del tercer cinturón", indicó Pérez Aramendía.

Para Terinza, el despegue de Zaragoza como valor de situación estratégica se afianza con las nuevas infraestructuras como el propio desdoblamiento de la carretera de Castellón, la llegada del AVE o la puesta en servicio del túnel del Somport, entre otras iniciativas logísticas.