Las cuentas del conjunto de las administraciones públicas cerraron el 2002 con un déficit público del 0,07% del PIB (485 millones de euros o 80.821 millones de pesetas), en términos de Contabilidad Nacional, según anunció ayer el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. El ministro destacó que este porcentaje equivale a "un equilibrio presupuestario técnico", que aún habría sido más bajo de no ser por el gasto de 265 millones de euros (44.092 millones de pesetas) relacionado con el Prestige, al final del año.

Las administraciones centrales tuvieron un superávit del 0,23% del PIB, fruto de un déficit del 0,47% del Estado y sus organismos autónomos y de un superávit del 0,7% de la Seguridad Social. Las administraciones territoriales registraron un déficit del 0,3% del PIB, imputable, casi en su totalidad, a las autonomías. En términos de caja (ingresos menos gastos), el déficit del Estado fue de 2.626 millones de euros (436.939 millones de pesetas), el 9% menos que en el 2001. El déficit comercial se redujo el 2,4%.