El presidente de IG Metall, el poderoso sindicato alemán de los trabajadores metalúrgicos, Klaus Zwickel, renunció ayer a su cargo para dar una salida a la crisis de la organización. IG Metall, el mayor sindicato industrial del mundo, se encuentra a la deriva a raíz de la confrontación de los sectores tradicionalistas y reformistas, cuando el Gobierno intenta recortar el Estado del bienestar.

El conflicto interno alcanzó su punto álgido tras la fracasada huelga llevada a cabo por IG Metall en el Este del país para conseguir una semana laboral de 35 horas como la que tienen las empresas de Alemania occidental. "Yo no he provocado este caos, si no aquellos que no son capaces de cargar con las consecuencias de la grave derrota política sufrida por IG Metall", dijo Zwickel.

La salida anticipada de Zwickel abre el camino al tradicionalista Jürgen Peters, que será presidente de IG Metall gracias a una formula de consenso junto al reformista Berthold Huber.