Rafael Muriana, un jienense de 46 años afincado en Zaragoza recibió ayer, de manos del consejero de Industria, Arturo Aliaga, el premio Soldador de Aragón 2003 que impulsa la empresa Oerlikon Soldadura y que cuenta con el apoyo de distintas instituciones. Muriana trabaja actualmente en Industria Auxiliar de la Energía Eólica (IAE), pero es un profesional que ha recorrido medio mundo ejerciendo su profesión. Un curso acelerado de soldador a los 18 años le metió el gusanillo de la especialidad que ha ejercido en todos los escenarios, desde centrales nucleares a plataformas petrolíferas.

Ayer, todavía emocionado, aseguraba: "Me ha sorprendido sobre todo porque significa un reconocimiento profesional" a una labor de muchos años, que le ha llevado a la elite de una técnica en la que no sobran los expertos. Tras destacar la labor de Oerlikon en su centro de formación reconoció que su especialidad son las aleaciones de distintos metales. Le gustaría trasladar a los más jóvenes lo que su experiencia le ha enseñado a lo largo de casi 30 años.