El banco Santander Central Hispano (SCH) vendió ayer un 2,51% del capital que poseía en el Royal Bank of Scotland (RBS), el segundo banco británico, con unas plusvalías de 472 millones de euros. La venta de los 79 millones de acciones se hizo a un precio medio de 15,50 libras por acción. La operación ayudará a financiar la compra del Abbey National, el sexto banco inglés, por 13.400 millones de euros. El banco que preside Emilio Botín también anunció que renunciará a los dos miembros que le representan en el consejo de administración del RBS, siempre que triunfe la oferta de adquisición sobre el Abbey.

Hace 15 años que Emilio Botín, presidente del Santander, valoraba la alianza con el Royal Bank como una de las mejores del mundo. Sus colaboradores siempre recuerdan que la entrada en el banco escocés fue su primera gran operación internacional. Ahora, según Botín "la dimensión de nuestra participación recíproca ya no es esencial para nuestra relación" y la venta de ese gran paquete de acciones persigue "fortalecer nuestro capital".

ESTRATEGIA FUTURA Pese a la venta de esos 79 millones de acciones del RBS, el banco cántabro posee aún el 2,54% del capital en la entidad británica. Sobre el futuro de esta participación, medios próximos a la entidad dijeron: "Sobre futuribles, no opinamos".

El 2,51% del capital del RBS del que se ha desprendido el Santander está valorado por el mercado en torno a los 1.802 millones de euros.

A su vez, el Royal Bank mantiene el 2,83% del capital del Santander, lo que le convierte en el primer accionista, representado en el consejo por su presidente, sir George Mathewson. El SCH confirmó ayer que mientras la OPA sobre el Abbey no haya sido autorizada y completada, sus respectivos representantes en los consejos "no asistirán a las reuniones de los mismos".

En un comunicado oficial remitido ayer por la dirección del Santander a la CNMV se anunció también una modificación de "ciertos aspectos" de la cooperación entre ambos bancos, especialmente los de tipo comercial. En el banco español aseguraron que "la alianza nunca se materializó en acuerdos comerciales importantes, aunque si en apoyos mutuos para otras operaciones de venta y compra de otras entidades o empresas". Ese fue el caso, por ejemplo, del respaldo que ofreció el Santander al RBS para la compra de Natwest. Y, viceversa, el apoyo del RBS a Santander cuando Botín decidió adquirir el brasileño Banespa.