La fusión entre la empresa española Abertis y la italiana Autostrade, que crearía el mayor gestor mundial de infraestructuras, "no alterará de forma significativa" la competencia en el mercado europeo. Así lo considera la Comisión Europea, que ayer, tras un pormenorizado examen, decidió dar luz verde a esta operación sin ningún tipo de condición. Bruselas mantiene abierto un segundo examen sobre el veto del Gobierno italiano a la fusión. Esta decisión llegará "en las próximas semanas", según el portavoz de Competencia, Jonathan Todd.

Bruselas concluye que, si bien las dos compañías tienen actividades similares en el mercado europeo, la presencia de otros competidores significativos, el hecho de que se trate de un mercado de licitación y que no se vean afectadas terceras partes "no pone en entredicho la sana competencia en el sector". Además, Abertis no opera en Italia y Autostrade solo está activa en ese país, por lo que no habrá solapamientos en la construcción de carreteras ya que la empresa española no actúa en el mismo, y la actividad de Autostrade en este terreno "es de escasa importancia".

En cuanto al mercado de la alimentación en las áreas de servicio de las carreteras, Abertis solo trabaja en España con Areamed. Bruselas tiene todavía que pronunciarse sobre el veto del Gobierno italiano y si esta decisión restringe la libre competencia en la Unión Europea.