El ministro de Industria, Turismo y Comercio, Joan Clos, y el consejero aragonés de Industria, Arturo Aliaga, se comprometieron hoy a buscar alternativas y medidas paliativas al cierre anunciado por el grupo industrial Siemens en su planta de Zaragoza.

Tras inaugurar en la Feria de Zaragoza la segunda edición del Salón profesional de productos y servicios para las pymes, Expopyme 2007, Clos subrayó que las administraciones central y autonómica desempeñarán un "trabajo conjunto" para establecer "mecanismos alternativos y paliativos" al cierre anunciado ayer por Siemens, cuya planta en Zaragoza da empleo a 311 trabajadores.

Clos aseguró que Industria va a "seguir los pasos" de Siemens "muy atentamente" mediante contacto permanente con la empresa y los sindicatos, con el objetivo de analizar la situación "y ver cómo podemos reaccionar para evitar al máximo posible los daños que pueda ocasionar esta crisis".

El ministro recordó que en España se producen cierres empresariales "permanentemente", pero subrayó que, de forma paralela, se realizan nuevas inversiones que se traducen en creación de puestos de trabajo.

"Estamos acostumbrados a este proceso de cierta renovación, con cierres y aperturas" de compañías pero "el saldo total de empleo es positivo", comentó Clos.

El ministro concluyó que "las exigencias de la economía globalizada son muy altas y dinámicas, y esto da pie a la generación de problemas" en algunas empresas.

Por su parte, el consejero aragonés de Industria, Arturo Aliaga, reconoció que el Gobierno autonómico sabía que "las cosas no iban bien" en la planta zaragozana de Siemens, pero precisó que en ningún caso se esperaba una decisión tan "drástica" como la anunciada ayer por el grupo industrial.

La planta de Siemens desarrolla en la actualidad tres líneas de producción: antenas fractales, cabinas telefónicas y teléfonos Domo.

Aliaga apuntó que la comercialización de antenas fractales "no iba todo lo bien" que se esperaba, y que el teléfono Domo ya se está fabricando en casi treinta países, muchas veces a mitad de coste que en Zaragoza.

El consejero explicó que la crisis también viene dada por la sustitución en muchos países del despliegue de redes de telefonía fija por las móviles, lo que ha supuesto una reducción del negocio para la planta zaragozana.

No obstante, insistió en que "el Gobierno de Aragón no puede estar de acuerdo con una medida tan drástica como el cierre de la planta" y por ello va a hacer "lo posible para arrancar de Siemens compromisos" para evitar el cierre.

Aliaga recordó que Siemens es un grupo industrial de magnitud global, con multitud de divisiones, como electrónica, biomedicina y alta velocidad ferroviaria, en las que el personal cualificado de la planta podría ser de utilidad.

"Siemens tiene la obligación" de buscar alternativas al cierre de una empresa que lleva instalada en Aragón desde 1972, indicó Aliaga, quien dijo querer ver "dónde está la responsabilidad social corporativa" de la compañía.

El consejero reconoció que el Gobierno de Aragón ha concedido a Siemens en los últimos años algunas ayudas para actividades de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i), si bien precisó que son "irrelevantes" y que sólo serán reclamadas en caso de que no se hayan aplicado en tiempo y forma.

Frente a este cierre empresarial, Aliaga apuntó que Aragón cuenta con 8.500 empresas industriales, de las que "hoy se habla de Siemens y dentro de dos meses se hablará de otra".

"Vamos a tener que acostumbrarnos" al cierre de empresas, aunque "paralelamente se están abriendo" otras, precisó Aliaga, quien recordó que en los últimos cinco años se han credo en Aragón 10.000 empleos industriales.