Como cada jueves desde el mes de abril, los 227 trabajadores de la planta de Figueruelas afectados por las externalizaciones que pretende desarrollar General

Motors (GM) se volvieron a manifestar por las instalaciones de la compañía. Este vez, la protesta estaba convocada para toda la plantilla como símbolo de solidaridad con sus compañeros y, de hecho, cerca de 2.000 empleados se sumaron a la marcha. En el comunicado que cerró la protesta, el presidente del comité, José Juan Arceiz, señaló que la respuesta "masiva" de la plantilla deja patente que la subcontratación "no es un problema de unos pocos sino que es un problema de todos". Arceiz reclamó a la dirección que mejore su propuesta sobre las condiciones laborales de las externalizaciones. De lo contrario, pronosticó movilizaciones más contundentes. "Nos van a llevar a un conflicto que nadie desea pero que no evitaremos si llega el caso", agregó.