Los grandes consumidores de petróleo pactaron ayer con los productores aumentar la transparencia en los mercados financieros para luchar contra la especulación que ha contribuido a que el precio del barril de crudo se haya doblado en apenas un año y roce ya los 140 dólares. A cambio, los países petrolíferos aceptaron la necesidad de incrementar las inversiones para aumentar su capacidad de producción y adecuarla a una creciente demanda.

Este es el principal resultado de la reunión que han mantenido en Yeda (Arabia Saudí) la OPEP, la Agencia Internacional de la Energía, el Forum Mundial de la Energía, y representantes de los grandes países consumidores y de las compañías petroleras. En octubre, mantendrán otro encuentro en Londres.

Algunos países desarrollados, con Estados Unidos a la cabeza, han negado durante la reunión que la especulación financiera tenga algo que ver con la escalada de los precios. Pero su impacto, finalmente, ha sido reconocido en el documento de conclusiones finales. "Luchar contra la especulación es una absoluta necesidad, hay riesgo que se produzca una explosión del precio", justificó el ministro de Energía y Ecología francés, Jean-Louis Borloo.

El documento de conclusiones subraya que "la transparencia y la regulación de los mercados financieros debería ser mejorada mediante medidas para recoger más datos sobre la actividad de los fondos ligados a índices y para examinar la interacción de los cambios cruzados (de las divisas) en el mercado de crudo".

Los firmantes también se comprometieron a mejorar la información sobre la capacidad real de producción y distribución, y las inversiones previstas para aumentarla, con el objetivo de incrementar la "transparencia y estabilidad" del mercado.

SIN MEDIDAS CONCRETAS A cambio de esta cesión, los países productores aceptaron incluir en el texto que "un apropiado aumento de la inversión es necesario para asegurar que el suministro a los mercados se produce de forma adecuada en todo momento". La OPEP, en cualquier caso, ya había dejado claro que el encuentro no era el marco adecuado para pactar un aumento de la producción, decisión que ha aplazado hasta su reunión de septiembre.

La mayoría de los países del lobby considera que "en el mercado no hay ningún problema respecto a la oferta o la reserva" que esté afectando a los precios, según apuntó Chakib Jelil, presidente de la organización y ministro de Energía de Argelia. Irán ha criticado por "errónea" la decisión de Arabia Saudí de aumentar su producción en 200.000 barriles adicionales en julio, hasta los 9,7 millones de barriles diarios

MÁS PRODUCCIÓN Arabia Saudí está jugando un papel mediador en la creciente tensión entre productores y consumidores. El Rey Abdala bin Abdelaziz, que convocó personalmente la reunión de Yeda, apostó ayer por "un precio justo que no perjudique" a ninguna de las partes. Su país, recordó, ha aumentado al producción de 9 a 9,7 millones de barriles, su nivel más alto de los últimos 30 años, y está "dispuesto a responder a cualquier demanda en el futuro". El monarca, con todo, defendió que la escala de los precios no se debe a la oferta, sino a la especulación, el aumento del consumo, los impuestos de los países ricos, y las tensiones geopolíticas.

El ministro saudí del Petróleo, Ali Al Naimi, desveló que el país va a invertir 129.000 millones de dolares en el sector en los próximos cinco años. Añadió que su capacidad de producción aumentará en 2,5 millones de barriles al día, hasta alcanzar los 12,5 millones a finales del 2009, y que podría llegar a los 15 millones si fuera necesario. Su homólogo kuwaití, Mohammed Al-Olaim, también se mostró dispuesto a elevar su producción "si el mercado lo exige".

Pese a que finalmente fue posible el acuerdo, la sensación de que este no tendrá un efecto inmediato sobre los precios resultó predominante. "Lo que he oído hasta ahora son todo buenas ideas, pero probablemente no cambiará los precios mañana por la mañana", afirmó Jeroen Van Deer Veer, consejero delegado de Royal Dutch Shell.