El presidente de Telefónica, César Alierta, comprometió el apoyo de la compañía con los proyectos de Aragón, algo que queda patente en que Zaragoza se convirtiera ayer en la primera ciudad en acoger un Consejo de Administración de la empresa fuera de la sede. Alierta y el resto de los dirigentes de la compañía fueron recibidos por el presidente del Ejecutivo autonómico, Marcelino Iglesias.

Telefónica, explicó Alierta, es "seguramente, la más global del mundo" en cuanto a fijos y móviles y está presente en veinticinco países con 240 millones de clientes. Por eso, Iglesias se mostró "muy orgulloso de que esta nave la pilote un gran capitán aragonés". Asimismo, añadió que "Aragón es consciente" de la importancia de Telefónica para España, porque es muchas veces "la imagen más importante" del país en el exterior e insistió en que la comunidad es una tierra que "no tiene contraindicaciones". En esta casa, añadió, "está bien todo el mundo, venga del norte, del sur, del este o del oeste".

CUMPLIR LAS PREVISIONES Por su parte, Alierta dijo que la situación bajista de los mercados hace aconsejable acelerar el programa de recompra de acciones y no sacar a bolsa su filial Atento hasta que el mercado sea capaz de "valorarla por lo que vale". El presidente de Telefónica afirmó que la operadora "está preparada para afrontar la actual situación económica" y que cumplirá las previsiones de crecimiento anunciadas para este año: un crecimiento de sus ingresos entre el 6 y el 8%; del OIBDA (resultado operativo bruto antes de amortizaciones), entre el 7,5 y el 11%, y del resultado operativo, entre el 18 y el 19%. Alierta dijo que el grupo "está acostumbrado a vivir con el viento soplando desde todos los sitios". Además, el mundo digital es una realidad y hace que el sector de las telecomunicaciones esté "más abrigado" que otros.