César Alierta ha vuelto a echar el resto con Zaragoza. Esta semana, aprovechando la Exposición Internacional, se trajo a todo el consejo de administración de Telefónica al recinto de Ranillas para celebrar una reunión, primera que se hace fuera de la sede de la compañía en Madrid. Dicen sus colaboradores que es muy aragonés y alguno de sus estrechos colaboradores llegó a afirmar: "Le ha salido hoy un acento maño que yo nunca se lo había escuchado".

Y es que el ejecutivo aragonés siempre lleva muy pegada su tierra hasta el punto de hacer de anfitrión de la capital en estos días de máximo esplendor. Incluso ha apostado por hacer algún cambio en sus hábitos. Un ejemplo del espíritu Alierta con Zaragoza es que, a pesar de sus escasas apariciones en medios de comunicación, ha accedido a hacer un reportaje con una televisión alemana. Consiste en contar quién es el presidente de Telefónica a través de su vida y para ello, un equipo de la tele va a recorrer con él todos los rincones de Zaragoza que han sido testigos de sus mejores momentos: la casa donde nació, el colegio en el que estudió, el instituto, la universidad, y alguno de sus lugares preferidos. Tiene muy claro que el objetivo no es hacer publicidad de Telefónica, que también, sino de su ciudad. Y lo que peor lleva es que su Real Zaragoza haya bajado a Segunda. Quizá por eso no quiso dejar claro si cuando empiece la temporada el nombre de Telefónica seguirá en las camisetas zaragocistas. (Todo parece indicar que no.)

Espíritus Alierta hay más y son una de las muchas consecuencias de la Expo. Estos días, todos los sectores económicos aprovechan para venderse y conseguir contactos pero también para vender territorio. Esta parte económica es una de las que más éxitos cosecha. Las misiones comerciales entre países donde puede haber negocio pululan día tras día por el recinto y por muchas empresas. El espíritu Expo debe prolongarse. Ser como el espíritu Alierta.