La cooperativa Cereales Teruel, que, con sus 2.000 socios, es una de las más grandes de la provincia, encara la próxima campaña agrícola con la incertidumbre que planea sobre los cultivos cerealistas por la subida de precios del combustible y de los fertilizantes.Esta cooperativa, que cultiva cerca de 90.000 hectáreas, produjo la pasada campaña 200 millones de kilos, en su mayor parte de trigo y cebada, pero también de otros cultivos minoritarios como patatas.

Estos asuntos se debatieron en la asamblea general que celebró ayer la cooperativa. Su presidente, Salvador Campos, reconoció que los precios altos de algunos cereales no beneficiaron a los agricultores, ya que quedaron neutralizados por el aumento de los precios del gasóleo y los fertilizantes. Ahora comienza la campaña de siembra del 2009, en la que adelantó que se producirá un descenso de la superficie cultivada por haber disminuido la petición de semillas y fertilizantes.