El grueso de las ayudas del Gobierno español al plan de competitividad del sector del automóvil se dedicará a las empresas que presenten nuevos proyectos y programas de actuación empresarial completos. El plan está dotado con 800 millones y 690 de estos se dedicarán a financiar las inversiones que comporten la producción de nuevos productos o la mejora de los procesos de producción actuales. Estas ayudas consisten en créditos con un interés del 0%, para los que no hará falta que se constituyan garantías. El plan durará un año.

Otros 110 millones se destinarán a ayudas directas para subvencionar programas de formación y de ingeniera en el sector de la automoción. La formación deberá estar dirigida específicamente a mejorar la capacitación del personal técnico.

El destino de las ayudas es un plan de competitividad que permita al sector afrontar los efectos provocados por la situación general de descenso de la actividad económica y favorezca su posicionamiento estratégico para afrontar el periodo de recuperación de la crisis, poniendo especial atención en el impacto en la creación del empleo.

El Gobierno distinguió un área de generación de productos de mayor valor añadido que mejoren su sostenibilidad y su seguridad; el impulso a la producción de vehículos sostenibles (híbridos y eléctricos); y la implantación de sistemas avanzados de organización.