Las cuentas del Estado registraron un déficit hasta noviembre de 14.060 millones de euros, equivalentes al 1,28% del PIB y acabarán el año con un desfase en el entorno del 3% del PIB, según confirmó ayer el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña. Diciembre es un mes tradicionalmente malo para las cuentas públicas por la acumulación de gastos de final de año y por la paga extra de los funcionarios; este año tendrá como añadido la fuerte caída de los ingresos.

El déficit de 14.060 millones contrasta con el superávit de 25.363 millones de noviembre del 2007. En 12 meses se ha pasado de un superávit del 2,41% del PIB a un déficit del 1,28 puntos, lo que conlleva un empeoramiento de 3,7 puntos.

Según Ocaña, el déficit del conjunto de las administraciones (central, Seguridad Social, comunidades autónomas y ayuntamientos) también podría situarse en "el entorno del 3%" para el conjunto del año. O quizá algo por encima, ya que el previsible déficit de las comunidades autónomas (1 punto, según Ocaña), difícilmente podrá ser compensado por el superávit de la Seguridad Social, que este año va a menos.

CAÍDA DE INGRESOS El déficit del Estado hasta el pasado mes de noviembre es resultado de unos ingresos que caen el 11,9% y de unos gastos que crecen el 5,5%.

En los 11 primeros meses del año, el Estado ha recaudado 23.633 millones menos. El secretario de Estado explicó este dato como resultado de la desaceleración económica, de las rebajas de impuestos (17.150 millones), del adelanto de devoluciones (1.500 millones más que otros años) y de los aplazamientos de pago concedidos a empresas (900 millones más que en un ejercicio normal). "Depurando estos efectos, los ingresos habrían caído el 2,9%", dijo Ocaña, lo que da muestra de "la intensa desaceleración de la economía española".

IMPUESTO DE SOCIEDADES Sobre todo, ha caído la recaudación del impuesto de Sociedades (el 36%) debido, en su mayor parte, a que los beneficios declarados son el 30% más bajos. La recaudación por IRPF ha bajado el 2%, pero, sin los cambios normativos y de gestión, habría crecido el 8%. El dato más relevante corresponde al IVA, cuya recaudación por operaciones interiores ha caído el 16,3% y da fe del fuerte ajuste del consumo.

En el gasto, lo más llamativo es la subida del 9,6% del pago por intereses de la deuda y el incremento del 11,8% de la inversión civil.