Ibercaja cerró el peor año de la crisis como la segunda entidad más solvente dentro del grupo de las 15 mayores del país. Este fue uno de los grandes avales con los que el presidente de Ibercaja, Amado Franco, y el director general de la entidad, José Luis Aguirre, recibieron ayer en el Auditorio de Zaragoza a los más de 1.300 directores de oficinas de España que asistieron a la convención anual que celebra la caja. En pleno ojo del huracán --"el 2009 pasará a la historia como el año central de la crisis económica", apuntó Franco--, Ibercaja también acreditó un bajo índice de morosidad (3,3% frente al 5,08% de la media del sector), con una tasa de cobertura del 77,34% y una disponibilidad de liquidez que asciende a 5.949 millones.

Los máximos responsables de la entidad aprovecharon la convención para presentar los resultados del grupo en 2009 y las líneas de trabajo para este año. La entidad cerró el ejercicio con un beneficio neto de 143,7 millones, lo que supone un 34,5% inferior al del 2008 debido a la aportación de 89 millones para dotaciones adicionales (no exigidas). Todo ello con unos menores resultados extraordinarios.

OBJETIVOS Y PROYECTOS

Unos datos que demuestran que Ibercaja dio prioridad a la fortaleza del balance frente a los beneficios. Y más "con la que está cayendo", subrayó Amado Franco. Para el 2010, el presidente de la caja auguró unos beneficios similares a los del pasado ejercicio, así como un nivel similar de dotaciones adicionales. Todo ello en un entorno con una evolución de los tipos "en contra" y una bajada del margen "de entre un 15 y un 30% de la actividad del sector en el primer semestre". Pronosticó también un alza de la morosidad.

En relación a los objetivos que se marca la caja para este año, Franco incidió en la necesidad de fortalecer la solvencia, mantener "la posición holgada" de liquidez y la tasa de morosidad en niveles bajos, así como en ganar cuota de mercado. Sobre este último punto, el máximo responsable de Ibercaja subrayó que en el 2009 el grupo consiguió ganar cuota de mercado en todas las líneas de negocio, tanto en crédito como en recursos. Además, el número de clientes creció en 122.000.

Pero Ibercaja se ha marcado como uno de sus retos para este año la banca personal, que comenzará a funcionar en marzo. Este será uno de los objetivos para diversificar su negocio y con el que se quiere ofrecer atención especializada a una cartera de 90.000 clientes, "pocos pero muy importantes", dijo Aguirre. No en vano, en Ibercaja hay 2,3 millones de clientes, pero estos 90.000 representan el 50% de los recursos de ahorro de la entidad. Se trata de un proyecto "estratégico" para el que se especializarán 158 gestores de cuentas y directores de oficina.

MÁS CRÉDITOS

Ibercaja gestionó un volumen de actividad de 82.414 millones el año pasado (un 3,3% más que en 2008), con un crecimiento del crédito a clientes de un 3,75% hasta 33.609 millones, y de recursos del 2,99% hasta los 48.804. Unos datos que hace a la entidad "muy competitiva", precisó Aguirre. Al respecto, el director general de la entidad rechazó cualquier estrangulación del crédito y argumentó que los préstamos a empresas crecieron un 8% y un 65% la concesión de hipotecas.

El incremento de créditos se debió principalmente al aumento de la financiación para adquisición y rehabilitación de viviendas a particulares, con una subida de saldo del 8,91% y a la firma de 28.000 hipotecas. Las operaciones de crédito y leasing fueron 110.000 por un importe total de 7.326 millones. Además, Aguirre recordó que Ibercaja ha sido elegida como Entidad preferente por el Ministerio de Vivienda por ocupar el tercer lugar en volumen de financiación a VPO.

Por otro lado, la evolución de los fondos de inversión gestionados por Ibercaja, así como de los planes de pensiones y los seguros de vida también ofrecieron un balance "positivo" durante el pasado año, afirmó el director general de la caja.