"¿Y qué quieres ser de mayor? Mamá, yo futbolista. ¿Y tú? Yo enfermera o maestra". Si España quiere salir del atolladero en el que se encuentra tendrá que cambiar muchas cosas, comenzando por este trivial ejemplo. El presidente de Deloitte, Fernando Ruiz, puso ayer los puntos sobre las íes y destapó la necesidad urgente de darle la vuelta al modelo económico español, empezando por la educación. A su juicio, es necesaria "una revolución en la forma de pensar" e iniciar el camino para impulsar el talento. Talento que, según opina, es "difícil de definir y muy fácil de reconocer" y consiste en "escuchar los mensajes que recibimos del corazón y del cerebro para mejorar profesional y personalmente".

El objetivo no es fácil, pero lo resumió con una frase muy sencilla: "Son necesarios menos futbolistas y más Bill Gates", proclamó el directivo de la primera empresa en auditoría financiera durante el almuerzo organizado por la Asociación de Directivos y Ejecutivos de Aragón (ADEA), en el que pronunció la conferencia El reto de la competitividad a través del talento.

Ante decenas de directivos de Aragón, citó varios estudios de prestigiosas consultoras y en todas ellas había un denominador común: España tiene un déficit de competitividad, de eficiencia en su mercado de trabajo y en su enseñanza superior y formación profesional. Y eso, a pesar de que España ha conseguido converger con Europa en PIB nominal. Pero, si todo sigue así, esta situación tiene fecha de caducidad.

No obstante, quiso lanzar un mensaje de optimismo al afirmar que "nunca ha habido en España una generación mejor de empresarios como la de ahora". Y acto seguido, reivindicó la obligación de "pelear contra la depresión" en estos tiempos de crisis.

La generación perdida

Pero las expectativas no son muy halagüeñas. Un dato demoledor que demuestra el difícil horizonte que se avecina es el que apunta que, hoy, en España, el 40% de los menores de 25 años están en paro, recalcó Ruiz. Un lastre que también merece el calificativo de "generación perdida" o, como se le conoce popularmente, Generación Ni-Ni.

A ello, se añade la "fuga de cerebros" que ven que España "no es atractiva para investigar" y el incremento de funcionarios o de los que optan por iniciar carrera militar. Y el problema, a juicio del máximo responsable de Deloitte, es que la sociedad "no ha sabido trasmitir que la innnovación es un factor de éxito".

Desde la perspectiva de la universidad, consideró que los incentivos son "inadecuados y perversos", porque un tercio de quienes comienzan una carrera no la terminan. Un caudal "sin explotar", precisó Ruiz. Además, "el número de licenciados entre 20 y 24 años caerá un 8% y entre 25 y 29 años, un 19%" como consecuencia de la reducción demográfica. Por ello, el presidente de Deloitte, consideró que "hay que trabajar para ser mejores".

La fórmula de Ruiz consiste en crear una cultura de la innovación, fomentar la meritocracia (el que trabaja, crece y se le recompensa) y cambiar las estructuras en la educación y la universidad. Otro dato a tener en cuenta: ninguna de las universidades públicas españolas están entre las 150 mejores del mundo.

La vivienda bajará

De momento, pronosticó que, aunque Europa comienza a salir de la recesión, España lo hará de una forma "muy tímida y lenta", ya que el empleo no volverá a comportarse como antes de la crisis, al menos, hasta el año 2013. Y reiteró la consigna de iniciar el camino con un pacto por la educación con mayúsculas.

En relación al modelo productivo, Ruiz zanjó que la construcción ya no volverá a ser lo que fue, al tiempo que aventuró que el estoc de viviendas que hoy tiene España se reducirá. "Los promotores de vivienda y las cajas y bancos tendrán que reducir los precios, tarde o temprano" para dar salida a los inmuebles.

Finalmente, el presidente de Deloitte también opinó sobre la reforma laboral, la reforma del sistema de pensiones y el déficit público. Sobre este último asunto, precisó que "estamos mejor que otros países", pero "hemos de aprovechar ese margen para hacer los deberes". En relación a las pensiones se remitió a la decisión que se adopte en la reunión del Pacto de Toledo. En cuanto al mercado laboral, consideró que "necesita algún retoque" para dotarlo de "más flexibilidad" y "evitar la dualidad entre temporales y fijos".

Mucho trabajo y poco tiempo para hacerlo más eficaz. Aunque solo sea por el futuro de las nuevas generaciones. Y a ser posible, que no sean Ni-Ni.