Los trabajadores griegos han comenzado hoy una huelga general de 24 horas que ha paralizado la actividad en el país, mientras se esperan masivas manifestaciones en protesta contra las medidas de ahorro que ha anunciado el Gobierno para superar la crisis económica.

Más de dos millones de trabajadores adscritos a la Confederación General de Trabajadores de Grecia (GSEE), la Unión de Funcionarios Civiles (ADEDY) y a la organización sindical comunista (PAME) han sido convocados para apoyar la medida de protesta y enviar un fuerte mensaje de descontento al Ejecutivo del socialista Giorgos Papandreu.

400 VUELOS CANCELADOS

Las oficinas estatales, los bancos, los colegios y los hospitales, mantienen cerradas hoy sus puertas y se espera que la actividad en el país se mantenga paralizada hasta mañana.

El espacio aéreo también permanece cerrado, por lo solo se abrirá para los casos de emergencia y para las operaciones de Estado.

TRANSPORTES SUSPENDIDOS

Los barcos con destino a las islas griegas y a Italia también han suspendido sus itinerarios, al igual que los trenes de larga distancia, los de cercanías, el metro y los tranvías.

Los periodistas y los técnicos de la televisión han decidido participar en la huelga, lo que supone un apagón informativo de 24 horas.

DÉFICIT PÚBLICO

"Son los ricos los que nos trajeron hasta el borde de la bancarrota y son ellos los que tienen que pagar", ha comentado esta mañana Elefterios Fotopulos, trabajador de una imprenta.

Los sindicatos han convocado dos concentraciones en el centro de la capital, con la intención de marchar hacia el Parlamento. La iniciativa de los trabajadores responde a las medidas implementadas por Papandreu para reducir el déficit público en un 20%, con recortes salariales y de las jubilaciones, así como otros ajustes fiscales adicionales que se espera que anunciará en los próximos días.

SUPERAR LA CRISIS

Presionado por los socios de Grecia en la zona euro, se espera que el Ejecutivo aumente los impuestos a los productos de lujo y a los carburantes.

Observadores de la Comisión Europea, del Fondo Monetario Internacional y del Banco Central Europeo revisan la puesta en práctica de las medidas acordadas con el Ejecutivo comunitario para superar la crisis.