La profunda crisis económica que viven el mundo y España ha provocado hechos sin precedentes e impensables hasta hace bien poco, desde la caída de gigantes financieros como Lehman Brothers hasta niveles récord de déficit público en el país (11,4% en el 2009). El consumo familiar de productos para el hogar no ha sido ajeno a este proceso y ha registrado su primera caída en casi medio siglo.

Los españoles se gastaron 68.900 millones de euros en bienes de consumo básico el año pasado, lo que representa un descenso del 0,7% frente al 2008. Se trata de un "dramático" cambio de tendencia, ya que es el primer retroceso desde que la consultora Nielsen comenzó a recoger estos datos de la demanda privada a mediados de los años sesenta.

Así lo expuso ayer el director para España y Portugal de la compañía, José María García Fuentes, quien matizó que el mal dato del consumo es menos grave que los registrados en otros ámbitos de la economía. Como es lógico, es más fácil prescindir de otros productos que de la comida, la ropa o los artículos de higiene.

Con todo, la caída contrasta con el aumento del 7% de los últimos años. Los hogares no pueden prescindir de estos productos, pero pueden ahorrar comprando los más baratos. Y las empresas se han visto obligadas a abaratarlos para animar el consumo.

MÁS BARATO Así, el precio de los alimentos envasados, que suponen el 49,3% del gasto total de las familias en consumo doméstico, ha caído el 1,1%. En consecuencia, pese a que el número de compras aumentó el 1,2%, las familias han gastado solo el 0,1% más.

Con los productos frescos, que son el 32,6% de la cesta, pasa algo parecido. El número de compras aumentó el 3,2%, pero los precios bajaron el 4,5%, con lo que el desembolso total fue el 1,5% menor. En los de droguería y perfumería, que representan el 14,5% restante, los precios permanecieron sin cambios. En consecuencia, las compras y el desembolsa cayeron lo mismo: el 1,6%.

Pero hay excepciones. Creció mucho la compra de cereales para el desayuno (8,1%), platos refrigerados (7,7%), útiles de limpieza (7,45) y galletas María (6,7%).

MENOS VISITAS AL BAR La crisis también ha pasado factura a los hábitos de conducta. Los hogares --que han crecido el 2,9%, hasta los 16 millones de familias-- van más veces a la compra (113,8 al año, el 0,9% más), pero gastan menos en cada ocasión (el 3,5%, hasta los 18,12 euros).

El incremento de las visitas a las tiendas se explica porque las familias prefieren quedarse en casa para gastar menos. En consecuencia, han cerrado bares y restaurantes, y los que han sobrevivido necesitan menos género. Así, el gasto de la hostelería en productos de consumo descendió el 9,4%, hasta 21.700 millones.