La formación para el empleo cualifica para mejorar la competitividad en el mercado laboral. En torno a su valor estratégico, la Confederación Española de Empresas de Formación ha organizado la II Semana de la Formación para el Empleo, que fue clausurada el jueves por la Secretaria General de Empleo, Maravillas Rojo, en Madrid.

Por su parte, el Centro de Tecnologías Avanzadas de Zaragoza acogió el pasado martes una jornada enmarcada dentro de esta semana. Entre otros, intervino la jefa de servicio de formación del Instituto Aragonés de Empleo (Inaem), María Eugenia Martínez Ríos, quien habló sobre los Certificados de Profesionalidad.

Los centros colaboradores del Inaem acreditados para expedir este tipo de título laboral oficial "cumplen con un plus de calidad", asegura Martínez. El Certificado de Profesionalidad garantiza que la persona tiene "no solo los conocimientos teóricos, sino también las habilidades y las competencias que le permiten desempeñar su puesto de trabajo".

La actividad del martes perseguía sensibilizar a empresas y trabajadores sobre la importancia que tiene la formación como valor estratégico de la productividad y competitividad. Según María Eugenia Martínez, Aragón "no es una comunidad autónoma que tenga más problemas que otras; pero otra cosa es que sea suficiente" la penetración de la formación profesional en la sociedad aragonesa.

A la hora de comparar si estamos mejor o peor que nuestros vecinos, Martínez cree que no es fácil establecer paralelismos con Europa, ya que "los sistemas de formación profesional no se parecen en nada. Por ejemplo, en Francia es mucho más teórica pero en Alemania es eminentemente práctica. Aquí en España se adoptó un modelo más parecido al francés pero ahora se tiende más hacia el alemán".

Sin embargo, sí que opina que "la formación profesional en España siempre ha tenido una laguna". Y es que, según María Eugenia Martínez, la FP siempre ha estado infravalorada por la sociedad. "Pero vamos corrigiéndolo".

Afirma que en España "también sufrimos una deficiencia en formación básica, que luego repercute en la FP. Cuanta más formación básica, más fácil es incorporarse luego al mercado laboral. Pero, a la formación básica, que ha de ser muy conceptual y muy general, hay que añadirle después una formación profesional de alto nivel, que es lo que tendíamos que potenciar".

Aunque añade que "de nada nos servirá mejorar la FP si luego no hay un tejido productivo que demande trabajadores formados. Si tenemos más empresas que demandan más gente con formación profesional, desde el Inaem haremos más cursos. Pero hay que concienciar a las empresas sobre la importancia que tiene la FP", concluye.