Esta semana, Nissan anunciaba revisiones de 76.000 coches en Japón y de 2.000 en otros mercados a causa de un defecto que puede obstaculizar el funcionamiento del motor. No se trata de un problema del alcance del grupo Toyota y, por supuesto, Nissan prevé aprovechar la oportunidad que le brinda una casa paralizada por los graves apuros por los que está pasando. Nissan espera regresar a los beneficios en el año fiscal que acabará en marzo. El tercer fabricante japonés prevé un beneficio neto de 391 millones de dólares.