Los consejos de administración de Caja Inmaculada (CAI), Caja Badajoz, y Caja Círculo de Burgos aprobaron ayer su integración en un Sistema Institucional de Protección (SIP). Los responsables de las tres entidades dieron el visto bueno tanto al contrato de integración como a las líneas generales del plan de viabilidad de esta fusión fría, con lo que ya solo resta que la unión sea ratificada en sus respectivas asambleas generales.

Fuentes de la caja aragonesa emplazaron a hoy para informar sobre cualquier detalle de la decisión, que se tomó por la tarde, como en la entidad burgalesa. En ese momento, ambas ya conocían la postura de Caja Badajoz, que había aceptado el SIP por la mañana. Sin embargo, otras fuentes cercanas a la operación admitieron que la fusión fría supondrá la pérdida de puestos de trabajo, pero destacaron que no se efectuará de forma traumática sino en un periodo de tiempo de tres años y con medidas de aceptación voluntaria. En este sentido, todos los sindicatos con representación en la entidad han rechazado cualquier intento de SIP, ya que "abre la puerta a la bancarización de las cajas", entre otros argumentos.

HOY, LA SOLICITUD El presidente de Caja Badajoz, Francisco García Peña, mostró su satisfacción por el acuerdo, si bien reconoció que el camino que se abre ahora "no va a ser fácil". Por lo pronto, los presidentes de las tres cajas entregarán hoy la solicitud de integración en el Banco de España, cuya comisión ejecutiva la examinará el próximo viernes. El máximo responsable de Caja Badajoz aclaró que, en el caso del plan de viabilidad, el organismo regulador ha permitido que de momento se presente solo "un esbozo de lo que va a ser", ya que, al ser el último SIP en echar a andar, se ha contado con menos tiempo para definirlo.

Fuentes cercanas al SIP apuntaron ayer que su sede social estará en Zaragoza y que se mutualizarán el cien por cien de los recursos propios y de los beneficios de las tres cajas de ahorros --el mínimo es del 40%--, "lo que prueba que aquí no hay vuelta atrás". En cuanto al reparto de poder, "todavía no está del todo definido" pero, en principio, a CAI le correspondería un 49%, mientras que entre un 22% y un 24% estaría en manos de Caja Badajoz y de un 27% a un 29%, en las de Caja Círculo. Además, la idea es no tener unos únicos servicios centrales, sino que cada entidad centralizaría las áreas en las que es más eficiente. Faltarían por concretar la asignación y distribución de las oficinas que estén fuera de los territorios naturales de cada caja --"aunque lo que se quiere es que cada una siga con las suyas", puntualizan las mencionadas fuentes--, y el nombre de la futura entidad (se ha barajado el de Caja 3).