Aprovechar las oportunidades de compra que surjan por la reordenación de las cajas es uno de los cometidos principales de la nueva filial bancaria que está creando el Banco Popular con el francés Crédit Mutuel. Lo desveló ayer su director general corporativo y financiero, Jacobo González-Robatto, que se mostró interesado en activos y sucursales sobrantes de fusiones. Pero también está "abierta" la entrada en el capital de una entidad de ahorro, ahora que la reforma legal lo permite.

El Popular, apuntó, está interesado en operaciones que sean rentables en poco tiempo. No lo eran, añadió, las dos redes de oficinas de cajas que le han sido ofrecidas en los últimos meses de forma informal a través de bancos de inversión. Tampoco le gustó la posibilidad de hacerse con la intervenida Cajasur, que ha quedado en manos de la BBK. "Vimos el tema, pero no nos interesan las reestructuraciones agresivas, donde hay que deshacerse de mucho personal; no es nuestro estilo", alegó.

El Popular ganó 354,5 millones hasta junio, el 19,9% menos, como era esperado. La acción se disparó el 7,7%, un efecto de que España es la "ganadora" de las pruebas de resistencia de la banca.