El acuerdo evita el riesgo de que España pudiera ser sancionada por sus desequilibrios económicos internos, ya que la imposición de multas por ese motivo queda limitado a los países que no sigan las recomendaciones. Esas sanciones además solo podrán ser aprobadas por los líderes de la UE. España aseguró que el acuerdo alcanzado no incluye el bloqueo de las ayudas regionales de la UE, como había defendido el Gobierno.