La Comisión Europea propuso ayer a los Veintisiete un nuevo marco legislativo que evite que en el futuro los gobiernos tengan que volver a reflotar con ayudas multimillonarias a los bancos en crisis. La propuesta amplia sustancialmente los poderes de los supervisores nacionales para imponer todo tipo de medidas a las entidades, la liquidación ordenada de los bancos en crisis y la financiación por parte del propio sector de un fondo de liquidación.

"Es moralmente inaceptable, socialmente injusto y políticamente devastador que los ciudadanos tengan que pagar el precio de los errores de los bancos", señaló el comisario de Mercado Interior, Michel Barnier, al presentar la propuesta.

Las ayudas utilizadas por los bancos y entidades financieras en la Unión Europea (UE) para superar la crisis suponen el 13% del PIB, lo que ha disparado la deuda pública y ha obligado a numerosos países a adoptar planes de austeridad. "Ningún banco debe ser tan grande o tan interconectado que no pueda liquidarse sin poner en peligro el sistema financiero ni costarle dinero al ciudadano", indicó Barnier.