La gran variedad de tareas, especialmente en pequeñas explotaciones, equipos inadecuados, factores ambientales adversos, sobreesfuerzos, agentes químicos peligrosos, la temporalidad laboral... Muchas son las características del trabajo en el sector agrícola-ganadero que hacen que "que todavía quede mucho que hacer en materia de prevención de riesgos laborales", asegura María Jose Ballesteros.

Ballesteros es la responsable de un estudio de sensibilización sobre los riesgos en el sector, cuyo director técnico es Javier Ibáñez. El proyecto, que cuenta con financiación del Gobierno de Aragón, está siendo realizado por la Unión General de Trabajadores (UGT Aragón), en colaboración con el Instituto de Formación y Estudios Sociales (IFES Aragón), la Federación Agroalimentaria de UGT (FTA Aragón) y la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA Aragón).

El objetivo de este estudio es realizar actividades de difusión, tales como charlas y elaboración de documentos informativos, para sensibilizar al colectivo de trabajadores del sector agrícola-ganadero de las tareas con mayor riesgo de accidentes laborales en el sector.

Para alcanzar esta meta, se está elaborando una descripción actualizada del sector en Aragón --tipos de explotación, número de trabajadores...-- para llegar a determinar los accidentes más habituales y las causas que los provocan. Además, el estudio está tratando de describir la tipología de riesgos específicos en los distintos puestos de trabajo y las medidas a adoptar para cada uno de ellos.

Con todos estos datos en la mano, se podrán realizar sesiones inforformativas sobre los riesgos para los trabajadores del sector y las medidas preventivas a aplicar. "El sector requiere la realización de campañas de sensibilización desde las cooperativas, asociaciones, sindicatos y demás organizaciones, y un mayor control y más rigurosos de las empresas por parte de la autoridad laboral", sostiene Ballesteros.

Otro factor que, según esta investigadora, destacan los trabajadores agropecuarios "es la necesidad de ayudas y subvenciones para la inversión en los materiales e instalaciones necesarias para cumplir con los requisitos de un sistema de prevención de riesgos laborales", señala.

Además, está "la falta de adecuación de la legislación general para que considere las características especiales de este sector", opina Ballesteros. "Existe una falta de concienciación general para incorporarla en la actividad diaria empresarial, y existen también dificultades objetivas para la implantación de planes de prevención", tales como son "la inexistencia de servicios de prevención ajenos especializados en el sector", o "la dificultad a la hora de hacer vigilancia". Según ella, hace falta un "cambio de mentalidad en el sector".