Los dos primeros cargos que ha anunciado el nuevo ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, forman parte de la cantera de técnicos del sindicato UGT de la que también proviene él, aunque tanto este sindicato como Comisiones Obreras (CCOO) ya han advertido de que van a exigir cuentas al responsable de las políticas de empleo por sus obras y no por su biografía o sus afinidades personales.

El viernes pasado el Consejo de Ministros nombró a Antonio González como jefe de gabinete de Gómez y próximamente situará a María Luz Rodríguez como secretaria general de Empleo en sustitución de Maravillas Rojo. González fue nombrado director del gabinete técnico del sindicato socialista en 1995 y relevó a Gómez en la secretaría de Empleo cuando este cesó en el 2006 tras una larga serie de desavenencias con el entonces ministro Jesús Caldera a las que se sumó razones de salud. Desde el 2008, González, era vocal asesor de la Oficina Económica de la Presidencia del Gobierno.

Rodríguez formó parte de ese equipo en el 2005 y participó en la elaboración y puesta en práctica de leyes como la de dependencia o el estatuto del trabajador autónomo.

CAMBIOS CCOO y UGT celebraron el nombramiento de Gómez como un triunfo de la movilización contra la reforma laboral y la huelga general, pero pidieron a Zapatero un cambio de políticas y no solo de personas.