Los líderes de los 27 países de la Unión Europea (UE) se reúnen hoy y mañana en una cumbre clave en Bruselas para aprobar un sistema más riguroso de disciplina presupuestaria, con un endurecimiento de las sanciones para los países laxos con su déficit público y para quienes no apliquen las medidas correctoras exigidas por sus socios. Las sanciones, según el proyecto, se aprobarán de forma semiautomática.

Las reformas propuestas quieren evitar que pueda volver a reproducirse una crisis como la griega, que amenazó la estabilidad financiera del conjunto de la zona euro.

La cancillera alemana, Angela Merkel, con el respaldo de Francia, quiere que los Veintisiete acuerden emprender una reforma del Tratado de la UE para reforzar la disciplina y el rigor presupuestario con el establecimiento de un mecanismo en el caso de una nueva crisis financiera estatal, que obligue a los acreedores de ese estado a asumir una parte del coste del salvamento y que limite las ayudas que deben aportar sus socios.

Alemania quiere que la reforma permita sancionar a un país que muestra desidia presupuestaria con la suspensión de su derecho a voto en el Consejo de Ministros de la UE.