La Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) están satisfechos con los resultados de los tres primeros meses del préstamo a Portugal, aunque avisaron de la necesidad de que el sector bancario aumente su capital y reduzca los efectos del endeudamiento financiero. En una rueda de prensa conjunta, los representantes del equipo formado por la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el FMI constataron que superar la dificultad de la banca lusa para acceder a los mercados es clave para la recuperación económica del país. Rasmus Ruffler, representante del BCE, resaltó que es necesario "cortar el vínculo entre sector bancario y público" para que el crédito se canalice a los "sectores más productivos de la economía".

Portugal, que tiene como objetivo reducir el déficit del 9,1 % hasta el 5,9 % a finales de año, ya recibió unos 20.000 millones de euros de los 78.000 concedidos para los próximos tres años y se prevé que hasta finales de este año reciba cerca de 20.000. Los representantes de las tres instituciones, conocidos en Portugal como "troika", comentaron que el éxito del programa dependerá de la apertura de la economía portuguesa, donde se necesitan crear nuevas empresas "dinámicas" que creen empleo y aumenten la competitividad. Paul Thomsen, representante del FMI, comentó que el programa de rescate está "en el camino correcto", aunque señaló que los desafío "más difíciles están por venir".

Asimismo, pronosticó que el objetivo del déficit (5,9 % este año) será alcanzado, y confió en que, después de los tres años del auxilio, Portugal "pueda regresar a mercados". El jefe de la delegación de la CE, Jurgen Kroger, tildó la primera evaluación al programa de "muy positiva" y destacó que lo "importante" es reforzar competitividad externa a través de la flexibilización del mercado de trabajo y la reducción de los costos en el sistema de salud, entre otras medidas.

No obstante, la troika pidió un mayor control en la gestión en los gastos de las regiones autónomas portuguesas, especialmente en el caso del archipiélago de Madeira, y certificó el desvío en las cuentas públicas del 1,1 % del PIB, ya confirmado por el Gobierno, y que se corregirá con nuevas medidas de corte. El ministro de Finanzas de Portugal, Vítor Gaspar, anunció hoy la anticipación de nuevas medidas, entre ellas el previsto aumento del IVA en la electricidad y el gas natural de la tasa reducida (6 %) a la máxima (23 %) para ingresar 100 millones de euros.