El miedo a una nueva recesión en Estados Unidos y en Europa desató ayer una oleada de histeria en los mercados financieros en una jornada en la que las bolsas europeas llegaron a caer más del 6% y los bancos recibieron un severo castigo. La bolsa española encajó una caída del 4,7%, la segunda mayor del año.

La desconfianza de los inversores --incrédulos ante lo que se consideran débiles anuncios de Merkel y Sarkozy para impulsar un gobierno económico europeo-- aumentó ayer al tiempo que caía una lluvia de malas noticias.

El banco estadounidense Morgan Stanley difundió un demoledor informe en el que se sitúa a EEUU y a la UE "peligrosamente al borde de la recesión durante los próximos seis o doce meses". Lo más curioso es que el banco de inversión llega a esta conclusión, no tanto por los "decepcionantes" datos macroeconómicos de estas zonas, sino sobre todo por "los recientes errores políticos" en Europa y EEUU y por la perspectiva de más ajustes fiscales en el 2012. "La lenta e insuficiente respuesta de Europa a la crisis de la deuda soberana --asegura el informe-- y el drama alrededor del incremento del límite de deuda en EEUU ha pesado sobre los mercados financieros y erosionado la confianza de empresas y consumidores".

El banco de inversión ha rebajado sus previsiones de crecimiento para la economía mundial y considera probable que "varios países de la periferia (de la zona euro) recaigan en recesión". De hecho, Morgan Stanley pronostica que el BCE cesará en la subida tipos y que podría bajarlos a principios del 2012 hasta el 1%.

EN EL OJO DEL HURACÁN Por si el informe de Morgan Stanley era poco, el diario The Wall Street Journal publicó ayer que la Reserva Federal de EEUU está investigando la vulnerabilidad de las filiales estadounidenses de los grandes bancos europeos a raíz de la crisis de la deuda. La Fed teme que las filiales de bancos como el francés Societé Générale, el alemán Deutsche Bank o el italiano Unicredit no puedan hacer frente a las necesidades de liquidez de sus clientes estadounidenses. Los bancos españoles BBVA y Santander también tienen una importante presencia en EEUU. The Wall Street Journal destaca como un síntoma de las posibles dificultades de los bancos europeos el hecho de que este miércoles una entidad europea solicitara al BCE un préstamo de 500 millones de dólares a una semana, una vía de financiación que no había sido empleada desde febrero.

Con este telón de fondo, la banca europea recibió ayer un severo castigo en la bolsa con caídas superiores al 10% en muchos casos. La cotización del BBVA, que llegó a perder el 8,11% a mitad de jornada, cerró con un retroceso del 5,76%. El Santander se dejó el 4,98% tras haber llegado a caer el 7,62%.

VUELTA A LOS REFUGIOS La mirada de los inversores se volvió hacia los tradicionales valores refugio, de modo que la cotización del oro marcó un nuevo récord (1.8224 dólares la onza) y el tipo de interés del bono estadounidense a 10 años bajó por debajo del 2% por primera vez desde 1954. El rendimiento del bono alemán cayó a su nivel más bajo de la historia (el 2,028%, por debajo del nivel de inflación) y el del Reino bajó al 2,24%, un nivel nunca visto.

En sentido contrario, la prima de riesgo española superó los 290 puntos y el tipo de interés escaló al 5,031%. El diferencial del resto de economías en el punto de mira también registró subidas. La prima de riesgo italiana, por ejemplo, repuntó hasta los 285 puntos básicos.

Para algunos economistas, como Nouriel Roubini, la caída de la rentabilidad del bono estadounidense y la escalada del oro constituyen dos claro indicadores adelantados que muestra que la economía global camina hacia "una recesión con deflación (caída de precios)".