Con la que está cayendo, el joven emprendedor zaragozano Alejandro Ibáñez explica con cierto rubor la buena marcha de Consultis, su empresa, que no ha dejado de crecer sobre todo desde que se impregnó del embrujo de Appel. Esta consultora de nuevas tecnologías nació en el 2005, pero su saltó cualitativo se produjo en el 2010 cuando se convirtió en servicio técnico autorizada de la multinacional de Cupertino, el único presente en Aragón, al asociarse a Universomac. Su moderna oficina, situada en la primera planta de Puerta Cinegia, respira la atmósfera de manzano, con el predominio del blanco y la estética minimalista. Por allí desfilan cada semana decenas de MacBook, iPhone, iPad, iMac o iPod, para su arreglo.

"Apple hace un buen producto, que se estropea poco, pero nos da mucho trabajo porque sus ventas se han disparado", explica. Y como todo lo que hace el grupo del fallecido Steve Jobs, la calidad define este servicio, con un "trato diferenciado, cercano y rápido" que "nada tiene que ver con el de otras firmas informática". Además de la reparación, que también ofrece para PC, la empresa presta formación y desarrolla aplicaciones para dicha plataforma. "El 60% de nuestra actividad está hoy relacionada con Apple, antes era un 10%", concluye.

Ibáñez es el socio y fundador de la firma junto a su hermano Carlos. De los dos trabajadores que eran en los inicios han pasado a una plantilla de ocho. "La previsión es incorporar a una o dos personas cada año, pero queremos ser prudentes, no crecer a lo loco", señala Alejandro.