Pereza intelectual

JOAN RAMÓN Borrell

La larga expansión que vivió España cegó el diagnóstico. La banca privada y su supervisor creían que el país podía sostener el exuberante crecimiento del crédito mientras el aterrizaje fuese lento y no se disparase el paro. Las alertas sobre el riesgo que asumía un país que llegó a tener un déficit exterior del 10% de su renta anual fueron soslayadas. Y toda insinuación de que la expansión del crédito estaba inflando los precios de los inmuebles era desacreditada. Esta pereza intelectual se ha tornado negligencia. Tenemos que hacer recaer sobre los acreedores y capitalistas las pérdidas que les corresponden por poner en riesgo su patrimonio, y alejar de la banca a los directivos irresponsables.

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