DESAYUNOS ADEA

Serra, antiautonomista y a la derecha del país

El exministro de Defensa presenta en Zaragoza su "transformación" de España

N. ESPADA

"Tuvo más nivel el coloquio que la conferencia". "Había leído el informe de Everis, pero...". Eduardo Serra defraudó a muchos de los asistentes a los Desayunos ADEA de Zaragoza. El exministro de Defensa con el PP y alto cargo en esa misma cartera con el PSOE y la UCD, anda metido últimamente en dar las claves para "transformar España" como vicepresidente de la Fundación Everis, pero ayer no aportó nada nuevo. Y menos, centrado. Solo hizo un augurio: "Antes de que termine el año que viene empezará a verse la recuperación." A ver...

Su disertación venía a cuento de un informe en el que 98 expertos y empresarios plantean una regeneración económica, social y política. El documento presenta "una España globalmente poco atractiva y en busca de su identidad" y propone una ruptura radical ya que el problema no es de "evolución" sino de "transformación". Entre otras cosas invitan a "repensar y refundar todos los pilares del sistema-país". O sea, un alegato contra el actual sistema autonómico, un clásico de la derecha dura del país.

Serra propuso ayer algo tan poco original como aumentar la competitividad, conectar el sistema educativo a la empresa y convertir a la sociedad civil en el centro de la vida política. Pero también dijo que hay demasiadas administraciones y que "Europa no existe". (El moderador le apostilló que viven 500 millones de habitantes).

Sabiendo dónde estaba, Serra fue más prudente que aquella vez que respondió a un periodista: "Hay determinados elementos que no pueden continuar. Por ejemplo, la inseguridad jurídica que dan 17 parlamentos legislando diarréicamente". Sus críticas al modelo autonómico, las del Informe Everis, no resaltaron ayer.

Dijo, eso sí, que la clase política se tiene que regenerar a sí misma, "forzada por la sociedad civil", aunque el 15-M solo le vale como "síntoma". "No lo recomiendo como terapia. Los movimientos anónimos pueden ser manipulados fácilmente". De la reforma financiera no se mojó: "Ni la banca española era tan buena como decían ni tan mala como se dice ahora", y se intuyó que le va la reforma laboral "porque el sistema que había acarreaba el mayor paro del mundo".

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