"No creo que influya para nada la decisión que se ha tomado sobre Bankia en la prima de riesgo". El comentario del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, sobre el efecto del anunciado rescate del cuarto banco español en los mercados de renta variable y renta fija tendía ayer a tirar pelotas fuera. Pese a la opinión del presidente del Gobierno, los 513 puntos que alcanzó la prima de riesgo española --un nuevo máximo desde la entra de en vigor del euro--, no se justificó por la desconfianza de los mercados en el euro, sino por la desconfianza en la capacidad de España para manejar su crisis financiera. "La única razón por la que sube la prima y baja la bolsa hay que buscarla en el rescate de Bankia y las nuevas incertidumbres que genera", comentó Nuria Álvarez, analista especializada en banca de Renta4.

La realidad es que mientras que la gran mayoría de los mercados europeos registraron un jornada bastante anodina, con pérdidas o ganancias mínima, el Ibex 35 despidió la sesión con descensos del 2,2%, hasta los 6.401 puntos. La banca arrastrada por las pérdidas de Bankia (-13,38%) llevó al principal indicador del mercado español hasta nuevos mínimos anuales. El bono español a 10 años se pagó al 6,49%, mientras que el alemán fijó el 1,36%, con lo que el diferencial --el sobrecoste de comprar deuda española en lugar de alemana-- se fue a nuevos máximos.

Para los analistas la tendencia de bolsa y bonos se corresponde con la situación actual de Bankia. Se está descontando una ampliación de capital, que debe realizarse en octubre, y que previsiblemente valorará la acción relativamente baja. En el mercado se habla de que el valor fundamental no se sitúa más allá de los 0,55 euros. "Quien no vaya a la ampliación tiene la posibilidad de vender sus acciones para evitar perderlo todo", agregó Álvarez. Quién decida acudir estará a expensas del precio que se fije para la operación y de lo que decidan hacer con los derechos de suscripción preferentes.

El rescate de Bankia se realizará mediante una ampliación de capital de 19.000 millones del Banco Financiero y de Ahorros (BFA) que suscribirá íntegramente el Estado. Esa operación se producirá en junio. En octubre BFA inyectará 12.000 millones de euros en Bankia mediante otra ampliación de capital que podrán suscribir los accionistas actuales para mantener su participación. En caso contrario se diluirán. La aportación de BFA dependerá del volumen de suscripción por parte de inversores minoristas, que controlan el 45% del capital.

Cómo paga el Estado

Pero la cuestión fundamental es cómo paga el Estado los 19.000 millones de euros de la primera ampliación. En síntesis se trata de una emisión de deuda que realizará el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y que suscribirá íntegramente el grupo BFA-Bankia. Con estos títulos como aval, el grupo podrá acudir al Banco Central europeo (BCE) para poder financiarse.

Sin embargo, el mecanismo no está cerrado por completo. El FROB dispone ya de 5.300 millones, con lo que necesitaría unos 14.000 millones para reflotar Bankia. Sin embargo, cabe la posibilidad de que sea el Tesoro el que emita los títulos que necesita el FROB, ya que este tienen un límite de endeudamiento de 27.000 millones, de los que solo le queda disponibilidad para 13.000 millones.