El exdirector general de CAI, Tomás García Montes, recibe mensualmente 15.004,48 euros de la entidad en concepto de indemnización. Según ha podido saber este diario, durante el año 2008 su salario anual pensionable era de 274.807,28 euros, mientras que en el 2009 --en diciembre fue cesado y sustituido en el cargo-- ascendía a 277.005,74 euros. Así, el importe anual de la indemnización que abona CAI a García Montes asciende a 180.053,73 euros, lo que representa el 65% del salario anual pensionable. En los tres años que lleva fuera de la caja ha recibido 540.000 euros solo en concepto de pensión vitalicia.

Estas cantidades dejaron de abonarse durante un tiempo por parte de CAI al entender que había causas objetivas para hacerlo, pero que se vio obligada a reingresarlas después de que García Montes ganase una demanda contra la entidad. El juez, finalmente, dictó una sentencia favorable al demandante, que obligó a la caja a abonar 180.053,76 euros --por los 12 meses reclamados por García Montes y que no cobró mensualemente (entre noviembre del 2010 y octubre de 2011)-- en concepto de pensión vitalicia.

El contrato sufrió alguna modificación a finales del 2008. Así, en caso de fallecimiento de García Montes, la viuda percibiría una pensión vitalicia equivalente al 50% de la retribución que cobra el exdirector general. Además, se fijó una pensión de orfandad para los hijos equivalente al 20% de lo que percibía hasta que cumpliesen 20 años.

LOS ANTECEDENTES CAI firmó un contrato de alta dirección con el exdirectivo en noviembre del 2005 que le permite cobrar una pensión anticipada de jubilación de caracter vitalicio. Una vez que se resolvió el contrato de García Montes como director general, la entidad consignó, en sus cuentas anuales del 2009, una provisión de 4,2 millones, para hacer frente "a la extinción del contrato laboral de un miembro de la alta dirección".

La salida de Tomás García Montes se produjo cuando estaba sobre la mesa una posible fusión 'fría' con Caja Rioja y Caja Insular de Canarias, que finalmente no cuajó. La operación despertó recelos en el consejo, la plantilla y los representantes sindicales. A García Montes le sustituyó Luis Miguel Carrasco.