La planta de la multinacional Kimberly-Clark de Calatayud (Zaragoza), que cuenta con 208 empleados, prevé cerrar a mediados de mayo ante la imposibilidad de encontrar un comprador.

La empresa ha emitido hoy un comunicado en el que recuerda que el pasado mes de octubre de 2012, la compañía anunció su decisión estratégica de salir de la categoría de pañales en Europa y puso en venta la planta de Calatayud a la espera de encontrar un posible comprador como negocio en funcionamiento, que no ha encontrado.

Ante esta situación, la compañía asegura que se ha visto forzada como única alternativa a proponer el cierre de las instalaciones, una decisión que, añade, "no es en modo alguno reflejo del desempeño de la planta o de sus trabajadores".

"Se trata de una decisión estratégica, resultado por una parte de la revisión del negocio de consumo de Kimberly-Clark en Europa y, por otra parte, de la ausencia de interés en la compra de la planta", añade la compañía.

"Esta decisión no ha sido tomada a la ligera y lamentamos profundamente tener que proponer este cierre", afirma en el comunicado el vicepresidente europeo de Producción de Kimberly-Clark, Dave Faddis, quien añade que la compañía trabajará con los sindicatos en todo momento para garantizar la realización del apropiado proceso de consulta.

"Nuestra prioridad es garantizar que los trabajadores reciban un trato justo y cuenten con todo el apoyo necesario durante estos difíciles momentos", explicado Faddis.

En la planta de Calatayud trabajan 208 empleados -más 17 externos en logística y seis en seguridad y restauración- y la compañía espera que finalice su producción alrededor de mediados de mayo.