La planta de Opel España deberá cerrar un acuerdo sobre el convenio colectivo en tiempo récord si quiere tener opciones a producir nuevos modelos de la marca a partir del 2016. En concreto, Europa exige a Figueruelas que selle su pacto laboral antes del 8 de abril. Hoy mismo, la filial de GM trasladará a la dirección de la planta aragonesa una propuesta de convenio de, al menos, cinco años, que está dirigida a reducir costes estructurales y elevar la competitividad de la fábrica. Una oferta, de la que hoy se conocerán más detalles y que será abordada en la reunión de la Comisión de Seguimiento --sindicatos y dirección-- que ya se han puesto el mono de trabajo para acelerar los contactos.

El vicepresidente de Manufacturas de la firma, Peter Thom, fue explícito esta semana y trasladó a la dirección y a los sindicatos de Figueruelas que la situación de la filial de General Motors (GM) es "crítica", aunque seguirá apostando por Opel Europa. Pero con sus reglas. Es decir: no hay margen para más perdidas en el viejo continente, no se pueden mantener plantas a medio gas y hay que ajustar costes. El contenido de esta reunión, celebrada en Rüsselsheim (Alemania) y a la que también asistió el director general de Opel España, Antonio Cobo, se trasladó ayer al pleno del comité.

AJUSTES A LA VISTA Hace apenas una semana, Opel España planteó a los sindicatos la necesidad de realizar el que puede considerarse el mayor recorte de condiciones laborales y económicas en Figueruelas (supresión del turno de noche, congelar los salarios tres años, rebajar al 50% las pagas extra y eliminar o rebajar varios pluses, así como una pausa, entre otras medidas). Un escenario que podría ratificar hoy la dirección de Opel Europa con su propuesta.

El objetivo de la filial de GM es remitir a Detroit (EEUU) los planes de todas las plantas para que la multinacional tome decisiones "inminentes" sobre localización de productos, apuntó ayer Pedro Bona (UGT), representante sindical que estuvo en la reunión de Alemania. En este sentido, Europa va a realizar una importante ofensiva y pondrá en el mercado hasta 22 nuevos modelos en los próximos años, lo que supone una inversión millonaria y a la que GM quiere sacar rentabilidad, tal y como le exigen sus accionistas, entre los que también está el Gobierno de EEUU.

EL NUEVO ESCENARIO De momento, Opel ya ha anunciado que fabricará el nuevo Opel Mokka, un todoterreno que se produce ahora en Corea del Sur, y se ha reclamado lo mismo con algún modelo de Chevrolet. Además, hay que asignar las nuevas generaciones del Zafira, el Combo o el Meriva. Por si fuera poco, GM negocia con PSA-Peugeot una fusión que podría provocar un cambio en la asignación de modelos.

Ante este escenario, GM quiere tener las cartas sobre la mesa. Y en esa partida, Figueruelas tiene ganada la baza de la calidad y de la productividad --tal y como reconoció el vicepresidente de GM, Steve Girsky en su reciente visita a Zaragoza-- pero tiene un exceso de capacidad para los vehículos que produce y ser más competitiva en costes, apuntó Thom.

LÍNEAS ROJAS La negociación será dura, ya que fuentes sindicales apuntan que hasta que llegue el lanzamiento de productos, en el 2016, faltan tres años y una larga travesía por el desierto. Por ello, todo apunta a que, al margen de lo que ocurra en la negociación, una de las líneas rojas de los sindicatos será que no se pierda empleo hasta esa fecha. Hasta entonces, Figueruelas solo podrá celebrar la llegada del nuevo Corsa, en el 2014. De momento, hay una negociación por delante y poco tiempo.