Emilio Botín, presidente del Santander y primer banquero del país, no piensa dejar caer a su número dos sin plantar batalla. "Tenemos informes determinantes de que no hay ningún impedimento legal para que siga ejerciendo sus funciones", sentenció ayer en la junta de la entidad ante la pregunta de un accionista que le cuestionó por el proceso administrativo abierto por el Banco de España a Alfredo Saénz para determinar si debe abandonar el cargo después de que el Tribunal Supremo anulase parte del indulto que le concedió el Gobierno de Rodríguez Zapatero para que pudiera seguir en la entidad.

La normativa actual impide que los banqueros puedan ejercer sus cargos si son condenados en firme y pasan a tener antecedentes penales. Con todo, el Gobierno está tramitando una ley para incorporar a la legislación española una directiva europea por la cual el supervisor podría permitir a un ejecutivo bancario en esa situación ejercer su cargo según las características de cada caso.

El proyecto de cambio legal que podría beneficiar a Saénz ya ha salido del Consejo de Estado y el Ejecutivo podría aprobarlo "relativamente rápido". Sin embargo, el Gobierno no parece muy dispuesto a ponerle las cosas fáciles al banquero. Más bien lo contrario. "Nadie va a poder decir que el Banco de España y el Gobierno actuaron a favor o en contra de nadie; se va a demostrar", aseguran fuentes del Ministerio de Economía, que restan gravedad al hecho de que el principal ejecutivo del primera banco español y de la zona euro pueda ser apartado de su actual cargo.

El Santander, en cualquier caso, ya ha presentado sus alegaciones ante el Banco de España para que Saénz pueda seguir en la entidad. "Ha desarrollado una magnífica labor todos los años que ha estado con nosotros y el consejo de administración le ha ratificado su confianza", subrayó ayer Emilio Botín.

Apoyo absoluto

El banquero aplaudió las "muy valientes y necesarias" medidas y reformas aprobadas por el Gobierno, pero le puso nuevos deberes. "El Santander siempre, siempre ha apoyado y seguirá apoyando al Gobierno de España", contestó a un accionista que le cuestionó por su indistinto espaldarazos a Ejecutivos del PSOE y del PP.

Por otro lado, Botín anunció también que el banco mantendrá el dividendo de 0,6 euros por acción en el 2013 por quinto año consecutivo y que estudiará abrir algunas oficinas por las tardes.