Mirador

Los políticos deberían cobrar por objetivos

NICOLÁS ESPADA

El mes de octubre del año pasado, ante la sorpresa de empleados, clientes, políticos y todo Calatayud, Kimberly-Clark ponía en venta su planta bilbilitana porque la multinacional estadounidense había decidido abandonar la línea de pañales. En noviembre, un mes después, el consejero de Economía del Gobierno de Aragón, Francisco Bono, decía satisfecho en las Cortes de Aragón que no podía dar muchos datos por aquello de la confidencialidad y el secreto profesional pero que tenía ya unos "compradores potenciales" para la fábrica bilbilitana. Cuatro meses después, esta misma semana, los propietarios de la planta anunciaban el cierre definitivo de esta empresa para mayo.

Otro mazazo a una zona deprimida que ve cómo pierde industrias sucesivamente, cómo los comercios decaen y cómo el número de desempleados en la comarca aumenta imparablemente sin que nadie haga nada. Bueno, sin que ningún político haya hecho nada de provecho.

Porque es hora ya de pedir responsabilidades a nuestros gobernantes. ¿Qué ha sido de aquellos potenciales compradores? ¿Con cuántos inversores o empresarios o lo que sean ha hablado el Gobierno de Aragón durante estos meses? Es cierto que son malos tiempos para atraer inversiones, pero si la de Calatayud es la empresa más rentable de Europa, si se han hecho unos esfuerzos encomiables por aguantar la producción y mejorarla (y ahí el gerente Agustín Sánchez se ha dejado media vida), ¿qué ha fallado?

El Gobierno de Rudi debe explicarse. El consejero de Economía por un lado, pero por otro también el de Industria, Arturo Aliaga. Y más. Porque el Ejecutivo PP-PAR tiene instrumentos que cuestan mucho dinero y cuya actividad anda muy poco diáfana. El Instituto Aragonés de Fomento, el IAF, ¿qué está fomentando ahora? ¿Qué ha hecho desde que está Rudi, aparte de mantener Motorland? ¿Ha atraído muchos puestos de trabajo? Las estadísticas dicen lo contrario.

Un gobierno no tiene que hacer intentos. Tiene que conseguir proyectos para su territorio. Es hora de que los políticos se dejen de tanta palabrería y busquen soluciones reales para la sociedad. Cobran para eso. Quizás lo que habría que imponer sería la retribución variable en el salario de los políticos. Que cobraran por objetivos, como hacen las grandes empresas o los bancos. Si Bono atrae una empresa para Calatayud, que cobre más. Si no, un salario base, discreto, sin estridencias.

Estos días ya hemos oído al alcalde de Calatayud, José Manuel Aranda y al consejero Aliaga decir que confían en cerrar en las próximas semanas una inversión en la ciudad que generará cien empleos. Ojalá. Pero si no viene habrá que echarles en cara nuevas palabrerías y pocos hechos. El Gobierno aragonés de la derecha está creando demasiados parados. Es un hecho.

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