Fátima Báñez, ministra de Empleo, no da credibilidad a las previsiones del Banco de España, que ayer pronosticó una tasa de paro del 27,1% para 2013, lo que según algunos cálculos, supone rozar los 7 millones de parados.

La previsión del emisor se produjo poco antes de que Báñez compareciese en la comisión del empleo del Congreso para hacer balance de la reforma laboral, pero la ministra se tomó su tiempo para salir al paso de un pronóstico malo que espera desmentir con los datos del paro de marzo. Se agarró a que se está frenando la destrucción de empleo y que la reforma laboral no ha influido en los más de 800.000 parados sumados a finales del 2012, tal y como le reprochó toda la oposición.

Para Báñez los datos del Banco de España son "previsiones" de un "servicio de estudios" que respeta, pero las estimaciones "oficiales" las hace el Gobierno, subrayó. Sí dio credibilidad a un informe del emisor cuando lo dirigía Miguel Ángel Fernández Ordóñez que señaló que una reforma laboral en profundidad en el 2011 se hubieran evitado un millón de parados. Por eso, repartió las culpas entre el anterior Gobierno, del PSOE, y la crisis europea.

La oposición expresó su desacuerdo radical con la "publicidad fraudulenta", expresión de la diputada del BNG, Olaia Fernández, para calificar los datos ofrecidos por Báñez. La oposición le recordó que no es lo mismo hablar de contratos que de creación de empleo y señaló a los "ajustes suicidas", en palabras de Joan Coscubiela, de ICV, impuestos por una "obsesiva" estrategia de reducción del déficit como causantes del aumento del desempleo.