El movimiento de dinero en efectivo es uno de los motores de la economía sumergida, ya que ofrece la posibilidad de realizar transacciones anónimas imposibles de rastrear. Consciente de ello, el Gobierno ha limitado a 2.500 euros el pago en efectivo. Además, se considera que la negativa de los comercios a aceptar pagos por debajo de los 15 euros contribuye al alto porcentaje de economía sumergida en España.

Visa Europe calcula que estas pequeñas operaciones suman 74.000 millones de euros al año en la economía española y considera que las nuevas tarjetas sin contacto (contact less) pueden resultar especialmente eficaces para atajar este foco de fraude en España.