Los cerca de 20 millones de hogares y pymes adscritos a la tarifa eléctrica regulada sufrirán un encarecimiento del recibo de la luz de en torno al 3,1% en octubre. Un alza notable para el bolsillo de los consumidores que se ve agravada por la inédita situación de que se trate del tercer incremento en apenas tres meses y un día, cuando lo habitual en los últimos tiempos es que los precios se revisen trimestralmente y no siempre deparen subidas.

Para un hogar medio (4,6 Kw de potencia contratada y un consumo anual de 3.500 Kwh), la factura anual se situará en 794 euros tras esta subida, según la asociación de consumidores OCU. La tarifa subió un 1,2% en su revisión ordinaria de julio y en agosto se incrementó un 3,2% de forma extraordinaria como consecuencia de la reforma eléctrica del Gobierno. En enero subió un 3%, mientras que en abril se abarató un histórico 6,7%.

El ministro de Industria, José Manuel Soria, admitió ayer que el nuevo incremento "no es una buena noticia", pero se limitó a lavarse las manos. El precio de la luz, defendió, se fija en un mercado libre e intervenir como hicieron anteriores Gobiernos para congelar de forma "artificial" el recibo de la luz sería "pan para hoy y hambre para mañana".

SUBASTA La subida definitiva de octubre se sabrá en unos días, pero la subasta de la electricidad que se produjo ayer y que supone en torno a la mitad de la tarifa apunta a ese incremento del 3,1%. Así, Soria anunció hace tiempo que el Gobierno mantendrá congelada la otra parte del recibo: los llamados peajes (con los que se pagan actividades reguladas como la distribución, el transporte, las primas a las renovables o las ayudas al carbón).

En el pasado, algunos Ejecutivos bajaron este componente para contrarrestar el encarecimiento de la energía y no perjudicar a los consumidores. Pero el Gobierno ha decidido desterrar esta práctica en la reforma eléctrica que le exigía Bruselas para acabar con el déficit de tarifa.

El agujero acumulado sobrepasa los 26.000 millones de euros, que se van pagando mediante recargos en la tarifa. Soria había proclamado que este año sería el primero en mucho tiempo sin déficit gracias a las medidas de su departamento, pero la semana pasada se vio obligado a reconocer que el ejercicio se cerrará con un nuevo desfase de entre 2.500 y 3.000 millones. La subida de octubre no servirá para evitarlo ya que los peajes quedarán congelados (en agosto subieron el 8% y por eso la luz se encareció el 3,2%).

La subasta de la energía de ayer dio como resultado un encarecimiento de la luz del 7,6%. La energía en sí no se ha encarecido tanto, pero algunos sobrecostes técnicos de operación del mercado que se fijan con un año de antelación han provocado ese alza definitiva. La Comisión Nacional de la Energía (CNE) ha criticado en el pasado estos sobrecostes y ha denunciado que en algunos casos se han disparado un 71% en tres años.