España forma con Grecia y Chipre el grupo de países donde mayor peso ha perdido el sector industrial en la economía nacional desde el inicio de la crisis, según destacó ayer la Comisión Europea en dos informes sobre la competitividad industrial elaborados por el comisario de Empresas, Antonio Tajani. El peso de la industria en la economía española ha caído el 30% desde el 2008, frente a una media europea del 12%. Su aportación al valor añadido total también es inferior a la media europea: el 13,3% frente al 15,3%.

El sector industrial español peca de baja tecnología y "escasa" inversión en investigación. La recuperación de la competitividad en los últimos años se logró a base de "la destrucción masiva de empleo y jornadas laborales más largas", destacan los informes.

La devaluación de las condiciones laborales que ha sufrido la industria española no es un "mecanismo sostenible" para lograr la competitividad a largo plazo, coincidió otro estudio presentado por la consultora PwC y Siemens en Barcelona. La única mejora de los bajos niveles de productividad de las fábricas españolas (el 35% más bajos que la media europea) se ha conseguido a través de la rebaja de los salarios de los empleados actuales y de empeorar las condiciones laborales de las nuevas contrataciones, añade el estudio de PwC y Siemens. "La rebaja de salarios no es la solución a la baja productividad", porque no se pueden "seguir bajando los sueldos hasta el nivel de China", advirtió la presidenta de Siemens España, Rosa García.

ATRASO TECNOLÓGICO El diagnóstico de la Comisión Europea también es demoledor: "Las empresas españolas están especializadas en la fabricación de baja tecnología (productos alimenticios y bebidas, textil, confección, etc) y en servicios de baja intensidad de conocimientos (comercio, hoteles, bares, restaurantes, agencias de viajes, etc)". El atraso tecnológico aumenta por el elevado fracaso escolar y la caída del 27,3% en el número de universitarios en ciencias en los últimos 10 años.

Pese al incremento de las ventas de productos españoles al extranjero, la Comisión Europea precisó que "casi el 88% de las exportaciones en el 2012 fueron realizadas por el 10% de los exportadores". Además del bajo nivel tecnológico, el elevado precio de la electricidad, la falta de crédito y los larguísimos plazos para poner en marcha un negocio obstaculizan la economía en España, señaló la CE.

El ministro de Industria, José Manuel Soria, criticó a la CE por actuar de forma contradictoria al impulsar aparentemente la industria con planes de crecimiento y, al mismo tiempo, crear cargas administrativas adicionales para las empresas europeas que no tienen las competidoras de otras áreas geográficas.

En cuanto a la situación de la industria en el conjunto de la Unión Europea, la CE observa con preocupación la caída de su productividad respecto a socios como Japón y Estados Unidos, y el impacto de la crisis económica sobre el sector. Bruselas señala que se han dado algunos progresos, pero constata que es necesario dar un nuevo impulso al sector.