El Senado de Estados Unidos aprobó ayer un presupuesto temporal que permitiría evitar el cierre parcial del Gobierno el próximo martes, y en el que ha sido suprimida la polémica exigencia republicana de privar de fondos a la reforma sanitaria promulgada por el presidente Barack Obama en 2010. Tras la votación en la que se eliminó la disposición republicana (por 54 contra 44), el proyecto legislativo volverá ahora a la Cámara de Representantes, donde los republicanos son mayoría.

Un grupo significativo de republicanos insistía ayer en oponerse a la financiación de la ley sanitaria, lo que presagia un desacuerdo entre las dos Cámaras que hará imposible la aprobación de un presupuesto especial antes de que venza el plazo el 1 de octubre. La propuesta del Senado recorta en un mes la autorización temporal de fondos, que antes abarcaba hasta el 15 de diciembre y ahora ha quedado limitada al 15 de noviembre.

La Cámara baja debatirá este fin de semana si introduce de nuevo la exigencia sobre la ley de salud o si acepta finalmente los términos del Senado, lo que permitiría evitar el cierre parcial del Gobierno federal.

Antes, el Senado aprobó dar por terminado el debate, votación que contó con el apoyo de 25 republicanos, quienes no siguieron la recomendación de sus compañeros adversarios de la reforma sanitaria que habían pedido votar en contra.