Una de las causas que explican el descenso de la tasa de desempleo en los últimos meses es otra caída: la de la población activa. Es otra de las consecuencias de la crisis. Cada mes abandonan o desparecen del mercado de trabajo miles de personas que hasta hace poco contaban en el grupo de las que estaban en disposición de trabajar.

En la encuesta de población activa (EPA) del último trimestre, el descenso ha sido de 33.300 personas. Si la comparación se hace en términos anuales, la cifra de activos se ha reducido en 370.400 personas. Pero si se mira un poco más lejos, hasta el punto en el empezó la inflexión, en el segundo trimestre del 2011, cuando la cifra de activos alcanzó los 23,13 millones, la caída es ya de 406.000 efectivos.

¿Cómo se explica este descenso? El Gobierno sitúa como primera causa el retorno a sus países de origen de milers de trabajadores inmigrantes. También cuenta el aumento de las jubilaciones, ya que estas personas dejan de ser consideradas activas.

ABANDONOS Pero los sindicatos, muchos expertos en cuestiones laborales e incluso agencias privadas de empleo destacan el auge de un fenómeno relativamente nuevo: los desanimados. Se trata de personas que abandonan la búsqueda de un empleo por múltiples razones: desde el retorno a las aulas, en el caso de muchos jóvenes que abadonaron sus estudios con el boom de la construcción, hasta muchas mujeres que vuelven a las labores del hogar ante las dificultades de cuadrar las ofertas de empleo precario con la atención a la familia, o los que tiran la toalla por falta de ofertas que encajen con su escasa preparación o con el tipo de trabajo que habían realizado antes de quedarse en el paro y que ya no se ha repuesto.

"Los datos de la última EPA ponen de manifiesto que nuestro mercado laboral está excluyendo a una parte significativa de los trabajadores", según fuentes del departamento de personas y organización de la escuela de negocios Esade. Aunque también vio la cara positiva de la encuesta: "Se están empezando a ver los frutos de las políticas activas de creación de empleo, ya que la ocupaciñon entre los jóvenes y los más mayores aumenta: las primeros por las nuevas facilidades de acceso, y los segundos , porque las medidas que endurecen y dificultan el despido de los mayores son más rígidas".

El sindicato UGT, que fue uno de los primeros en utilizar el término de los desanimados para explicar parte del descenso de la cifra de activos, insistió ayer en este aspecto para explicar los aparentemente buenos datos del desempleo. "Mejora el empleo y el paro en términos brutos esencialmente porque los desempleados, desesperados por no encontrar un puesto de trabajo, o bien emigran forzosamente en busca de oportunidades, o bien anticipan su salida del mercado laboral, o desanimados, dejan de buscar empleo y pasan a situación de inactividad.

Incluso algunos de los más optimistas, como la asociación de agencias privadas de empleo, Asempleo, asumen la teoría del aumento de los desanimados. La evolución a la baja de la población activa en el último año indica, afirman, que "el mercado laboral español no es todavía capaz de generar expectativas entre los desempleados, que están abandonando la búsqueda activa de empleo de una forma considerable". Según la EPA, la cifra de inactivos de la población comprendida entre los 16 y los 64 años se ha incrementado en 80.900 entre el tercer trimestre de este año y el mismo periodo del anterior.