Tras haber logrado la venia de su matriz india, Tata Hispano mejoró ayer sustancialmente la oferta de indemnización para los 287 trabajadores que serán despedidos por el cierre de la planta zaragozana, aunque el comité la calificó de "insuficiente y ridícula", sobre todo en cuanto al periodo establecido para calcularla. La propuesta asciende a 39 días con un máximo de 20 mensualidades --excepto para los prejubilados, que mantienen los 20 días y 12 meses--, mientras que los representantes de la plantilla rebajaron sus pretensiones "para intentar avanzar hacia el acercamiento" hasta los 50 días con un tope de 42 mensualidades.

Asimismo, el comité planteó una compensación para los trabajadores a cuenta del último Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de suspensión, aplicado entre el 1 de agosto del 2012 y el pasado 31 de julio. Los afectados por un tramo de entre cero y 50 días recibirían mil euros; entre 51 y 101 días, 2.500 euros; y entre 101 y 150 días, 4.000 euros.

Ambas partes volverán a reunirse hoy para seguir negociando antes de agotar el periodo de consultas, que concluye el jueves. Ayer por la tarde, la plantilla volvió a manifestarse por las calles de Zaragoza.