Si trabaja en una oficina o en un local comercial, sobre su cabeza casi seguro que tendrá un techo registrable (también llamado falso techo) y, probablemente, sea de escayola. Esta solución constructiva, habitual también en edificios civiles (colegios, hospitales, instituciones), es el epicentro del negocio de la empresa zaragozana Yesyforma Europa, el fabricante líder en España de estas placas cuadradas, que moldea a partir del yeso enriquecido procedente de los yacimientos de Gelsa, próximos a su fábrica de Sástago. Esta firma de capital 100% aragonés es un modelo de empresa que ha sabido encajar los rigores de la crisis del ladrillo a base de esfuerzo, innovación y exportación. El 35% de sus ventas procede del exterior, una apertura de fronteras que ha combinado con el lanzamiento de nuevos productos con altas prestaciones para sobreponerse a las dificultades económicas.

El origen de la empresa está en la externalización del negocio de escayola decorativa de la multinacional British Plaster Board (ahora grupo Saint-Gobain), que explota los yesos de Gelsa. Así nació en 1994 Creaciones y Diseño en Escayola, el anterior nombre de Yesyforma, que pronto dio un giro a su actividad para centrarse en la fabricación y comercialización de techos registrables. El Senado, el Hospital de La Paz de Madrid, el cementerio de Torrero, el teatro Victoria Eugenia de San Sebastián... y así hasta un sinfín de instalaciones tienen techumbres con el sello de esta empresa aragonesa que es un referente nacional en este tipo de producto, incluso en algunos mercados extranjeros. También comercializada un amplio catálogo de escayola decorativa (cornisas, molduras), pero externalizó su fabricación a otra firma aragonesa en el 2006 para dedicarse de lleno a su especialidad: el techo registrable.

Aunque la sede central está en Zaragoza, el pulmón de la empresa está en Sástago, donde tiene su centro productivo. Cuenta además con dos almacenes --en la capital aragonesa y en San Sebastián--, así como con una red de distribución de más de 50 puntos en toda España. En total, emplea de forma directa a 25 trabajadores y su facturación ronda actualmente los 5 millones de euros al año, cifras que en ambos casos menguaron por culpa de la crisis de la construcción, que ha barrido a algunos de sus competidores.

La capacidad de resistencia que ha demostrado tener Yesyforma no esconde complejas recetas. "No hay ningún secreto: trabajar muchísimo y tener flexibilidad para adaptarse a los cambios con rapidez", subraya el director gerente, Ernesto García Lallana, que se hizo con las riendas y la propiedad del negocio en 1996. La compañía tuvo que asumir sacrificios laborales y salariales y redimensionar su estructura para afrontar la caída de la demanda nacional, la cual ha podido compensar con el incremento de las ventas en el exterior. Así, el peso de las exportaciones en su facturación ha crecido en solo tres años del 20% al 35%. "En los últimos años hemos entrado con fuerza en Oriente Medio y la verdad es que nos está saliendo bastante bien", señala.

Desde el principio, Ernesto enfocó la empresa hacia las ventas en el exterior, dejando patente su bagaje como director de exportaciones en su anterior empeño profesional. De esta forma, los techos de Yesyforma fueron entrando en Italia, Portugal, Centroeuropa y países del Caribe, mercados a los que se ha sumado más recientemente Oriente Medio. De cara al futuro, la compañía quiere consolidar todo lo conseguido en el exterior "y ganar algún país más", especialmente en Sudamérica.

FÁBRICA EN MARRUECOS

La empresa también se ha internacionalizado con la puesta en marcha este mismo año de una fábrica asociada en Marruecos (en Safi, a 150 kilómetros de Casablanca) para atender el mercado africano, principalmente. "Ha sido una venta de tecnología, una alianza que nos permite reexportar desde allí a Sudáfrica o Centroáfrica", apunta Ernesto.

No obstante, "la exportación por sí sola no es la salvación", advierte el director gerente, que recomienda explotar otras facetas de la empresa para sobreponerse en el contexto actual. En esta línea, Yesyforma ha encontrado en la innovación la otra pata de su supervivencia. "Quizá seamos la única empresa del sector que estamos innovando en medio de la tormenta que está cayendo", subraya Ernesto. Para ello, la empresa se ha aliado con un centro tecnológico de Navarra con el fin de estudiar los materiales y crear nuevos productos con más prestaciones. Fruto de esta apuesta, Yesyforma acaba de lanzar al mercado Mecatécnico, un techo registrable con placas de escayola más ligeras y resistentes. "Estamos tratando de introducirnos en el segmento de techos de nueva generación, que tiene una mayor valor añadido y son un revulsivo para las ventas", señala Ernesto.

Otro hito de la empresa fue la creación en 1996 de una planta de cogeneración, con la que genera simultáneamente electricidad --que vende a la red-- y energía térmica --que utiliza en su proceso productivo--. Pero esta ventaja competitiva se está esfumando con la reciente reforma energética del Gobierno por los nuevos impuestos introducidos.

Pese a todo, Ernesto García Lallana es optimista con el futuro: "Es cierto que hay más movimiento tras unos años muy duros". No obstante, reclama un mejor trato para pymes, sobre todo desde el sector bancario, porque "es donde está la riqueza de este país".