Las posibilidades de que la actual plantilla de Inasa Foil adquiera la fábrica de Sabiñánigo --en fase de liquidación desde febrero del 2013-- se desvanecen por momentos. Los administradores concursales que están actualmente al frente de la planta de aluminio se han decantado por la oferta de compra del grupo Alibérico, en detrimento de la presentada por Aludesa, la sociedad laboral creada por 84 de los 100 trabajadores. Aunque es el juez el que debe decidir en última instancia quién se queda con la factoría, lo habitual en este tipo de situaciones es que el magistrado mantenga la decisión de la administración concursal.

Fuentes del comité y de la plantilla subrayaron ayer que, de ratificarse, "se producirá una auténtica injusticia". De hecho, en el escrito enviado por los administradores concursales al juzgado número 3 de Huesca, al que ha tenido acceso este diario, aparece como condición "previa e indispensable" a la adquisición la extinción de todos los contratos de trabajo, "puesto que los actuales costes laborales están muy por encima de los del sector del metal". Además, y según el citado escrito, Alibérico "ofrece la contratación de un máximo de 80 trabajadores". "El problema es que no habla de un mínimo, lo que genera muchas dudas", apuntan desde el comité. La oferta de la empresa, eso sí, establece que las condiciones deberán ser "las estándar que marque el convenio del Metal de Huesca".

La actual plantilla denuncia que la condición de extinguir los contratos incumple los términos del plan de liquidación elaborado por los administradores concursales, en el que se establecía que, si se formalizaba una venta, el comprador debía hacerse cargo de la mayoría de la plantilla al entender que "existe sucesión de empresa". En este sentido, fuentes de la administración concursal indicaron ayer a este diario que la situación "ha cambiado" porque "Alibérico ha planteado sus condiciones". Con todo, indicaron que la intención de la empresa "es realizar por lo menos 80 contrataciones".

La oferta económica de Alibérico es de 3,2 millones de euros, "en concepto de activos que serán conservados por Inasa", más 1,2 millones en efectivo por unos activos que la administración valora en unos 7 millones. Un montante que, según indicó el comité, "no llegará para pagar a casi ningún acreedor". "Eso no da ni para nuestras indemnizaciones", lamentaron.

Por su parte, la oferta de Aludesa no descartaba la creación de nuevos empleos, más allá de los 84 trabajadores que constituirían la sociedad anónima laboral con el dinero de sus indemnizaciones. La propuesta de la plantilla, que incluía un detallado plan de viabilidad y "permitía cubrir la deuda de los acreedores", contaba además con el apoyo del Ayuntamiento de Sabiñánigo, de los clientes y de varios acreedores.

MEDIDAS DE PRESIÓN

Por todo ello, el comité consideró que la oferta de Alibérico no presenta un proyecto industrial "sólido" y subrayaron que tras la operación se esconde un "transfondo especulativo". "Aún tenemos que valorar lo que hacemos, pero todo esto requiere de medidas contundentes", apuntaron.

Sea como sea, en el escrito de la administración concursal se indica que Alibérico adquiere un "compromiso de inversión de casi 12 millones de euros durante los próximos años". "Si la hemos elegido es porque creemos que es un grupo sólido con más de 40 años en el sector del aluminio", concretaron fuentes de la administración concursal, que añadieron que la propuesta de la plantilla era "muy loable, pero no contaba con un respaldo financiero fuerte detrás".

No obstante, el Gobierno de Aragón había trasladado su apoyo a través de Sodiar y Avalia, mientras que Bantierra también respaldaba la operación.

La planta de Sabiñánigo, que ahora trabaja al 60% de su capacidad, fabrica láminas finas de aluminio para el sector agroalimentario. Alibérico es el primer grupo español de aluminio.