Antes de que alguien le dé un susto, la patronal CEOE ha decidido revisar sus cuentas internas ya que en el escándalo de las tarjetas opacas de Caja Madrid la organización que preside Juan Rosell tiene varios implicados, entre ellos su vicepresidente Arturo Fernández. Aunque las tarjetas que la patronal española da a sus directivos para gastos de representación son legales y tributan por ello, la situación de alarma social ha pesado al decidir la auditoría.

Por su parte, el portavoz de la Conferencia Episcopal, José María Gil Tamayo, dijo en referncia al caso de las tarjetas que "la avaricia es el gran pecado capital" de esta época.