El expresidente de Bankia y Caja Madrid Rodrigo Rato entregó ayer en la Audiencia Nacional un aval del Banco Sabadell por valor de tres millones de euros para cubrir la responsabilidad civil que le impuso el juez Fernando Andreu, al considerar que podría haber cometido un delito continuado de administración desleal por el uso de las tarjetas B opacas al fisco que tenían 86 exconsejeros de estas entidades.

Aunque el aval fue presentado por el banco catalán, este no es el avalista, sino la familia Rato, clientes tradicionales de banca privada de la entidad, a través del Banco Herrero, entidad asturiana que fue absorbida por el Sabadell. El aval, según fuentes financieras cuenta con suficientes garantías para cubrir los tres millones de euros. "Si se concede es porque se considera que el cliente es solvente", comentaron.

La modalidad de pago mediante aval está sujeta a intereses, pero se evita la investigación de los bienes que impone la ley de enjuiciamiento civil. De acuerdo con esta ley, el avalista del embargado deberá ser citado por el secretario del juzgado para que confirme que está presentando la garantía.

La defensa del exvicepresidente del Gobierno, a través del abogado Gonzalo Rodríguez Mourullo, entregó el aval bancario poco antes de la una de la tarde en el registro de la Audiencia Nacional. Ayer se cerraba el plazo que el titular del Juzgado Central de Instrucción número 4 impuso a Rato tras tomarle declaración como imputado junto al expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa y el exdirector financiero Ildefonso Sánchez Barcoj.

El juez señaló en su auto que Rato y Blesa habrían "consentido, aceptado y propiciado" el uso de las tarjetas B, que supusieron un coste de 12,5 millones durante el mandato de Blesa (de 1996 a enero 2010) y de 2,6 millones durante la etapa de Rato (entre enero de 2010 y mayo 2012).

EMBARGADO A BLESA Andreu aclaró este martes a Rato que ya ha descontado la cantidad de 197.459 euros, correspondiente al montante que él y otros tres exdirectivos devolvieron el pasado mes de julio a Bankia, por lo que la fianza solo afecta a los gastos cargados a Caja Madrid.

Además de los tres millones de euros para Rato, el juez impuso una fianza por responsabilidad civil de 16 millones para Blesa. El expresidente de Caja Madrid reclamó, en vano, al juez que se la idiera a la aseguradora Mapfre, que suscribió una póliza de responsabilidad civil con todos los consejeros de la entidad. En el caso de que no se depositara, el juez acordaría el embargo de sus bienes por esta cuantía.